En silla de ruedas y en un pabellón de violadores
Así pasa los días en la cárcel José Alperovich.
José Alperovich (69) está en la cárcel. Comparte sus días con otros 25 internos en el pabellón que el penal de Ezeiza reserva para los abusadores sexuales. Lo visitan sus hijos, también su psicólogo y un psiquiatra. El ex senador lleva un mes en la cárcel y este jueves la Cámara Nacional de Casación Penal confirmó su destino. Al menos por ahora, seguirá preso. Alperovich fue tres veces gobernador de la provincia de Tucumán y declaró una fortuna de más de 6 millones de dólares y más de 50 propiedades entre Tucumán, Salta, Santiago del Estero y Santa Fe. Ahora pasa los días solo en una celda y –dicen sus abogados– usa una silla de ruedas para movilizarse.
Durante el proceso judicial, que llevó cinco años, Alperovich fue operado por una lesión en la columna, al menos eso argumentan sus defensores para cuestionar su estadía en el penal. Es fumador, tiene hipertensión y dificultades para movilizarse producto de la lesión lumbar. Esta semana sus abogados presentaron un pedido para ingresar una silla de ruedas al complejo penitenciario. Usaba una común pero pidió la propia para realizar sus traslados al área de visita, al encuentro con sus abogados y a sus controles médicos. Como tiene prepaga, lo asisten en el Hospital Italiano de la Ciudad de Buenos Aires aunque, aseguran, también recibe atención en el Hospital Penitenciario del Complejo 1 «en forma periódica».
Sus abogados también pidieron autorización para que ingrese un psicólogo y un psiquiatra y para que los profesionales puedan entrar con una computadora.
Pero los intentos de la defensa de exponer su estado de salud para insistir en el pedido de morigeración de pena o la excarcelación parecen haber fracasado.
Es que el jueves un nuevo revés judicial llegó al despacho de sus abogados: la Cámara Nacional de Casación Penal confirmó la decisión del Juez Juan Ramos Padilla, que pidió la prisión preventiva de Alperovich al dar a conocer su veredicto. Fue horas después de la condena que Ramos Padilla ya había rechazado el pedido de excarcelación que presentó Augusto Garrido, su abogado del estudio jurídico del ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona. Por eso, apelaron a la cámara.
La Sala de Feria de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, por unanimidad, resolvió rechazar el recurso de casación interpuesto por la defensa».
Los jueces Mauro Divito, Daniel Morin y Jorge Rimondi, entre otros argumentos, hicieron referencia al monto de la pena (16 años de condena) y al poder político y económico de Alperovich que le permitiría, como argumentó Ramos Padilla en su resolución, evadir la condena o profugarse.
También, replicaron los argumentos de la parte acusadora respecto la intención de Alperovich de entorpecer la investigación: «Respecto del correcto comportamiento procesal que habría tenido, conforme lo alega la defensa, este punto es seriamente controvertido por ambos acusadores (cuestión también retomada por el tribunal) al sostener que se ordenó la extracción de testimonios para la investigación del delito de falso testimonio por parte de tres testigos, los que habrían pretendido beneficiar a Alperovich en el juicio. Asimismo, en la resolución se alude a contactos que se mantuvieron con la víctima a efectos de evitar la denuncia de los hechos que la habrían damnificado».
Es así que, para los camaristas, Alperovich podría entorpecer el proceso si quedara en libertad antes de que la condena quede firme.
El informe médico
A pesar del delicado estado de salud que expresan sus familiares y sus defensores, el Servicio Penitenciario habría emitido un informe en el que contradice la versión expuesta y aseguran que «se encuentra clínicamente estable, compensado y en buen estado general, deambulando por sus propios medios, sin dolor manifiesto«.
Además, y ante el pedido de informes porque sus abogados pidieron permiso para ingresar una silla de ruedas, manifestaron que la usa exclusivamente porque «por sus antecedentes médicos queremos cuidarlo por las distancias entre un lugar y otro» y que «al momento no cumple ningún criterio médico del uso de silla de ruedas por lo que no es necesaria«.
Sin embargo, el juez de garantías le permitió el ingreso al penal para permitirle que la utilice cuando deba trasladarse.
Alperovich cumple 70 años en nueve meses y recién ahí –excepto que haya alguna desmejora en su estado de salud o alguna circunstancia extraordinaria– podría tener argumentos para insistir en algún tipo de morigeración de la pena. Su intención y la de sus abogados es que pueda regresar a Tucumán, donde la familia tiene residencia fija. Otra opción que habían propuesto sus defensores fue la de instalarse en uno de sus departamentos de Puerto Madero y hasta de ser monitoreado con tobillera electrónica. Por ahora nada de todo eso parece posible, al menos en el corto plazo.
La carta de sus familaires
A un mes de la detención su familia decidió expresarse a través de un duro comunicado en el que calificaron como «atroz e injusta» la sentencia en primera instancia.
«Seguimos más firmes que nunca en la lucha para demostrar su inocencia. Lograremos que la verdad salga a la luz y que quede en evidencia que para condenarlo a José no se necesitaba un juicio, porque se ignoraron todas las pruebas que demuestran que los hechos no ocurrieron», cuestionaron.
En el mismo sentido, apuntaron contra el fiscal Sandro Abraldes y expresaron: «Lo vendieron como castigo a la ‘impunidad del poder’, porque no podían demostrar ninguno de los supuestos abusos. Pero lo que cometieron fue el crimen imperdonable de meter a un inocente en la cárcel».
Cómo sigue
El 16 de agosto se darán a conocer los fundamentos del veredicto del juez Ramos Padilla y recién ahí sus abogados podrán apelar a la condena. Desde que se conoció el veredicto, la denunciante –de la que se resguarda la identidad para preservarla– no ha dado declaraciones. Se cree que podría hacerlo una vez que estén publicados los fundamentos, pero no está claro que decida expresarse.
La joven vive en Tucumán y hace pocos meses tuvo un bebé. Su declaración, en febrero de este año, fue con un embarazo avanzado.
En 2017 la joven, hija de un primo hermano de José Alperovich, había empezado a trabajar como secretaria privada y asistente personal de su tío. Para la justicia, aprovechándose del «contexto de confianza, afecto familiar, dependencia laboral y asimetría de poder» cometió «reiterados y violentos ataques sexuales».
Alperovich fue condenado por nueve hechos de abuso sexual, tres simples y seis agravados, cometidos entre noviembre de 2017 y diciembre de 2018. La denuncia fue presentada en noviembre de 2019 en la Ciudad de Buenos Aires y en la provincia de Tucumán. Finalmente, y después de varios intentos fallidos de que se tramitara en la provincia del entonces senador, la causa fue derivada a la justicia Nacional. El juicio empezó en febrero y citaron a más de 80 testigos, entre ellos el ex ministro de Salud y ex gobernador de Tucumán, Juan Manzur.
El fiscal Sandro Abraldes realizó una presentación ante la Unidad de Decisión Temprana del Ministerio Público Fiscal de Tucumán contra Alperovich y el actual ministro de Gobierno y Justicia de Tucumán por la presunta comisión de «peculado de servicios».
Además, durante el juicio se pidió investigar a tres testigos por falso testimonio. Se trata de Manuel Frías, mozo de Alperovich durante la campaña electoral de 2017-2019, periodo durante el cual una joven de entonces 29 años denunció haber sido víctima de abusos sexuales. Lo mismo ocurrió con Víctor Hugo Decataldo, un empresario de transportes que terminó en pareja con Sara, la hija de Alperovich, y con David Cayatta, ex custodio y chofer de Alperovich.