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Esta semana se dictaría sentencia al “Clan Yapura Astorga”

Juicio por Corrupción: Este histórico juicio que sentó jurisprudencia en la provincia por ser el primero en el que un funcionario con fueros fuera elevado a juicio oral y público por delitos de acción pública, llega a su fin. La semana que pasó para jamás volver dejó en claro nuevamente que la suerte parece estar echada para el futuro de Jorge Yapura Astorga y los otros siete imputados que se encuentran en el banquillo de los acusados a causa de que los testigos que pasaron por el juicio dejaron prácticamente sin salida al ex intendente de Tafí del Valle, incluso, a pesar de que se trata de personas presentadas por la propia defensa. Y es que resulta a todas luces evidente el hecho de que el sol no se puede tapar con una mano.

Imputados en el juicio oral contra Jorge Yapura Astorga
Los imputado Sergio Andrés Astorga, Sonia del Carmen Saavedra, Julio Mercado, Nerina Julieta Mustafá, Olayo Medina y Patricio Silva

En ese sentido, cabe aclarar que los últimos testigos que pasaron por el juicio manifestaron claramente que ellos retiraban la mercadería del local comercial conocido como Floppy III (propiedad de la por entonces pareja del funcionario, Nerina Mustafá). Lo cierto es que se trata de un hecho que, como bien lo señaló la auditora del máximo tribunal local, es claramente violatorio de todos los artículos de la Ley de Administración Financiera.

Al respecto, recordemos que la profesional integrante del cuerpo de auditores de la Corte Suprema provincial que realizó el análisis contable, y cuyo trabajo sirvió de base para sostener la acusación, su testimonio terminó siendo lo más importante en el debate oral debido a que la contadora le asestó días atrás un duro revés al ex intendente de Tafí del Valle, y al resto de su clan.

Y es que Patricia Ladetto afirmó ante el Tribunal que juzga el caso que “todas las contrataciones con Floppy III (propiedad de la por entonces pareja del funcionario, Nerina Mustafá) fueron una violación a la ley. Hay desdoblamiento de facturas. Ni se establece la cantidad que se compra. Se dice sólo el precio. Cómo será que por ejemplo Floppy III está inscripta como verdulería y carnicería y allí el municipio adquirió un televisor”.

Patricia Ladetto frente al tribunal
La contadora Patricia Ladetto en plena declaración testimonial ante el tribunal

Esa fue una de las frases más duras de la contadora Ladetto que realizó la investigación designada por la Corte a pedido del juez de Monteros, Mario Velázquez, cuando se inició la causa. Ladetto informó que basó su informe en la ley 6970 de administración financiera, como para que no quedara duda alguna acerca del gran trabajo que realizó esta profesional.

La contadora aseguró que algunas de las compras se hicieron bajo la figura de la necesidad y urgencia, pero “esto debería basarse en un imprevisto, algo que no quedó comprobado”. “Por la Ley de administración financiera toda contratación debe ser por licitación pública, pero hay excepciones. Puede haber contratación directa, pero es la máxima excepción. Eso es sólo por necesidad urgencia y por los montos mínimos para resolver esa situación”, dijo en su momento.

Asimismo, es menester dar cuenta que al momento de su turno de brindar testimonio, Patricia Ladetto afirmó que en estos casos no es sólo buscar el precio menor. “Debemos ver precio y calidad. Las dos cosas”. Y remarcó que “los fondos públicos son el dinero que aporta cada uno de los ciudadanos al Estado para que se resuelvan las necesidades que tenemos”. Ladetto también recordó que “yo hice un informe técnico contable basándose en las pruebas del expediente”.

“Es distinto de una pericial ya que no fui a investigar en el negocio. Fueron las pruebas que se aportaron en la causa tras una denuncia por enriquecimiento ilícito. Fueron los denunciantes los que aportaron pruebas como declaraciones juradas de Nerina, pruebas del banco Macro, los recibos de sueldo de la Legislatura y resúmenes de cuenta además de documentación por la compra de vehículos y de terrenos”, agregó entonces.

“No había pedido de compras que las avalaran, sólo el procedimiento de pago”, afirmó. Y aclaró: “ni se establecía la cantidad que se compraba. Se dice sólo el precio”. Y luego remató su análisis: “el patrimonio de Jorge, de su hijo y de Nerina desde 2011 hasta 2014 tuvo un incremento patrimonial no justificado”, y explicó que por ejemplo “nunca se hicieron declaraciones juradas que manifestaran que los vehículos y los terrenos habían sido adquiridos”.

“Arribé a la conclusión de que eran maniobras violatorias a las normativas, ya que no hay ordenanzas que las avalen. Se pedía por una cosa y se pagaba por otra”. Según Ladetto, la Municipalidad incluso no habría podido realizar compras en el negocio Floppy III ya que “tampoco tenía libre deuda de rentas”. Acto seguido, la contadora dejó muy en claro por qué el clan Yapura Astorga obró por fuera del marco de la ley.

“No se puede contratar a alguien que le está debiendo al Estado. Es decir, el Estado no se puede comprar a sí mismo. Si soy intendente y mi concubina tiene un negocio no puedo contratarme a mí mismo. Es violatorio de todas las normativas”, aseveró. Antes de interrumpir su declaración, que continuó al día siguiente, Ladetto aportó otro dato: “en ese período, Yapura Astorga jamás presentó una declaración jurada. Menos su hijo Jorge”.

En ese marco, en la semana que se esfumó para jamás retornar, fue el turno de tres testigos aportados por la defensa de Yapura Astorga que, lejos de ayudarlo, terminaron hundiéndolo más a causa de que confirmaron que en cada caso ellos mismos retiraban la mercadería del local Floppy III. El primero de ellos fue Carlos Moreno, quien habló ante los jueces acerca de la organización de los velorios.

“Ella (por Sonia Saavedra) me llamaba una vez que iba a retirar de mercadería”, señaló contundente, al tiempo que cuando le preguntaron “¿De dónde la retiraba?”, Moreno volvió a responder que “de la señora”. A continuación, inquirieron acerca de si Moreno “¿Recuerda cómo era la entrega de mercadería? ¿Quién la entregaba? ¿Dónde la retiraba?”, a lo que contestó que “Sí, ya dependía de la orden de entrega. Ya sea la Nerina o dónde teníamos que ir con la mercadería”.

“Dígame, ¿Con qué retiraba? ¿Quién le daba la orden a usted? ¿Y qué era la orden esa?”, le preguntaron. “Un papel donde estaba detallado”, respondió Carlos Moreno. “¿Y cuando usted iba al comercio, con esa orden qué pasaba?”, continuaron interrogando. “Nos presentábamos en una fiesta”, le dijo Carlos Moreno, al tiempo que agregó “Y ya la dejábamos ahí. La dejábamos”, en relación a la mercadería.

En esa línea, acerca de la vez que tuvo lugar un incendio, Carlos Moreno señaló que “Ese día recuerdo que nos mandaron a buscar también mercadería, así para hacer sándwiches, ha sido agradable la gente que había ayudado a nosotros”. A continuación, le recordaron que “en cuanto a su función en esta época, 2011-2015, justamente a cubrir asistencia, eventos y demás se dedicaba usted”.

Es por ello que le dijo: “Yo le pregunto una cuestión primero. Cuando usted retiraba mercadería, o lo que fuera, del negocio Floppy III, ¿Usted firmaba algún papel, alguna orden de recepción?”, “No, no”, fue la lacónica respuesta de Carlos Moreno. Acto seguido, llegó lo mejor en lo que tiene que ver con el modus operandi del mecanismo bien aceitado en el que se asentaba el clan Yapura Astorga.

“Bien, perfecto. Ahora, durante el tiempo que usted estuvo cumpliendo estas tareas, estas funciones, ¿Hubo alguna vez en la municipalidad alguna auditoría, algún control con respecto a esto, a las mercaderías, a las cosas adquiridas en el negocio Floppy III?”, le preguntaron al testigo. “No, no, no. Yo trabajaba en la municipalidad, pero a mí me llamaban solamente para eso”, dijo de forma fulminante Moreno.

Luego fue el turno de declarar para Ivana Olivares, quien se desempeñaba en la Secretaría de Servicios Públicos. “¿El tema de los elementos de limpieza cómo se manejaba?”, le preguntaron, a lo que respondió que “Eso a veces se tirábamos de la parte de arriba y la poníamos para atrás, del área de compras, o a veces nos daban a mí”. “¿Sabe si eventualmente se le compraba a otro negocio?”, la interrogaron, a lo que dijo que “Sí, a veces se tiraba de la parte de arriba del negocio”.

Finalmente, habló Julián Bonifacio Huanco, quien trabajaba en Rentas municipal, quien suelto de cuerpo dijo que “yo hacía de los requeridos comprobantes de forma diaria, a la gente que me pagaba”. “¿Dentro del rubro, ¿Ustedes consultaron si la señora Mustafá, Nerina Mustafá, era contribuyente y si pagaba las tasas municipales?”, le preguntaron, a lo que Huanco señaló que “parcialmente”.

En definitiva, lo cierto es que los tres testigos mencionados anteriormente, manifestaron que retiraron mercadería del negocio Floppy III.

Jorge Yapura Astorga
Jorge Yapura Astorga escucha atento la declaración de uno de los testigos, detrás los otros imputados, Patricio Silva, Jorge Eduardo Yapura Astorga (hijo) y Olayo Medina

Además, cabe remarcar la importancia de estos testimonios debido a que el juicio contra el ex intendente entrará en la recta final luego de que el debate oral pasara a un cuarto intermedio hasta este lunes en el que comenzaría a alumbrar una semana que encontrará al Clan Yapura Astorga acorralado y tal vez a la espera de la definición que tanto teme…la condena.

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