Sueldos de lujo en la política y en la justicia, mientras crece la pobreza en Tucumàn

Legisladores que cobran más de 2,5 millones, jueces que superan los 30 millones, y concejales con ejércitos de asesores. Las provincias exigen fondos a la Nación, pero no recortan un solo privilegio. Tucumán es el ejemplo más obsceno.
La tensión entre el Gobierno nacional y los gobernadores no para de escalar. Tras el veto presidencial al proyecto que reinstauraba la fórmula jubilatoria votada por el Congreso, los mandatarios provinciales amenazan con no acompañar la decisión. Javier Milei no tardó en disparar: los calificó como “la última trinchera de la casta”. Y aunque su estilo confrontativo es discutible, esta vez los hechos le dan la razón.
Las provincias reclaman por fondos y por “federalismo”, pero no muestran voluntad real de ajustar donde más duele: en la política. Ni una sola reducción estructural, ni una ley de transparencia, ni un plan de recorte de privilegios. Hablan de defender a los jubilados, pero sostienen aparatos estatales que devoran recursos sin ofrecer servicios de calidad.
Tucumán: el símbolo del despilfarro institucional
Pocas provincias como Tucumán condensan con tanta claridad los excesos del Estado político. Con la Legislatura más cara del país y el Concejo Deliberante más costoso entre los municipios argentinos, la provincia es un monumento a la ineficiencia institucional.
La Legislatura tucumana consume más del 6% del presupuesto provincial.
Con solo 49 legisladores, maneja fondos que superan a los de provincias como Mendoza, Córdoba o Santa Fe, con estructuras más grandes. Legisladores con sueldos que rondan los $2.500.000 de bolsillo, contratos paralelos, viáticos, asesores y gastos reservados. Nadie rinde cuentas. Nadie se achica. Todo se paga con el bolsillo del ciudadano.
Pero el dato que completa el cuadro es aún más escandaloso: la Justicia tucumana también se ubica entre las más caras del país. Un juez de primera instancia puede percibir entre $10.000.000 y $12.000.000 brutos mensuales, sin contar los adicionales. Los miembros de la Corte Suprema provincial superan los $30.000.000 mensuales. Todo esto, sin control social, sin rendición de cuentas y en una provincia con los niveles más altos de pobreza e informalidad del país.
Ajuste para todos, menos para ellos
Mientras la Nación reduce ministerios, congela obras y recorta subsidios, en Tucumán no se toca un solo peso del gasto político o judicial. La discusión no es sobre ideología, sino sobre prioridades. ¿Puede una provincia con semejantes niveles de pobreza y desempleo sostener sueldos millonarios y estructuras mastodónticas solo para proteger a una elite intocable?
Los gobernadores que hoy reclaman fondos deberían mirar sus propias planillas. El ajuste no puede ser siempre para los mismos. Si realmente quieren discutir un país más justo, el ejemplo tiene que empezar por casa.
Y en ese espejo, Tucumán devuelve una imagen que ningún tucumano debería aceptar con normalidad.
FUENTE: https://quediario.com.ar/2025/06/28/tucuman-sueldos-de-lujo-en-la-politica-y-la-justicia-mientras-crece-la-pobresa/