Sarita Alperovich defendió a su padre en el juicio por abuso
“Mi prima le destruyó la carrera política”. Sara Alperovich aseguró que la denuncia se trató de una “campaña política en su contra” y apuntó contra la expareja de la denunciante.
En la cuarta jornada del juicio contra José Alperovich declaró su hija, Sara, quien aseguró que la denuncia por abuso sexual fue hecha para arruinarle la carrera política al exgobernador e insistió en que se trató de “una campaña en su contra”.
Sara Alperovich se sentó delante del juez del Tribunal Oral en lo Criminal N° 29 y dio detalles de la relación que tenía con la denunciante, con quien trabajó tres años. La testigo dijo que “nunca vio una situación rara” entre su papá y la asesora, de quien además era “muy amiga” suya. “Teníamos una relación de mucha confianza”, sostuvo. Sin embargo, tras ventilarse los hechos, se distanciaron. Sobre la denuncia contra su padre, la testigo contó: “Había rumores de los supuestos hechos, pero no nos enteramos por ella. Qué casualidad que justo hizo la denuncia en el día de la no violencia contra la mujer, en medio de una campaña política contra nosotros”.
Sara Alperovich detalló ante el juez que la joven estaba en pareja con un hombre “violento que le hacía escenas de celos por todo”. Se trata del concejal en San Miguel de Tucumán, en el espacio de Osvaldo Jaldo, David Mizrahi. A partir de esta supuesta violencia que vivió con el hombre, “ella tuvo un cambio físico rotundo, estaba muy flaca” y tuvo que ir a terapia. Este vínculo, según contó Sara Alperovich, habría sucedido entre el 2018 y 2019.
“Yo le recomendaba que vaya a terapia, que trate de salir de ese vínculo tóxico y que corte porque la iba a perjudicar. La veía flaca. Cuando cortó ella tuvo una recaída física tremenda. Llegaba tarde a trabajar o no iba y trabajaba por teléfono porque su novio no la dejaba ni siquiera que comunicara con mi papá. Se la notaba mal por la violencia de género y el maltrato que sufría”, expresó.
También reveló detalles de la relación que la denunciante tenía con el acusado. “Ellos tenían conversaciones muy íntimas, a veces ella le contaba cosas muy personales, de sus relaciones sexuales y otras cosas familiares. Pero nunca vi nada raro”, dijo la mujer. Por otro lado, detalló que la joven entró a trabajar con ellos después de renunciar a su trabajo en el Ministerio de Defensa y Justicia. “Estaba muy contenta cuando presentó la renuncia. Me dijo que era un crecimiento importante en su carrera y que quería seguir trabajando en nuestro equipo, gane o no mi papá las elecciones”.
Y habló sobre los motivos de su salida. “Ella renunció a nuestro espacio porque no aguantaba más la situación que vivía con su pareja. A los pocos meses, cuando me enteré de la denuncia, apareció una foto de este hombre, con Carlos Cisneros, un diputado que odia a mi papá. Por eso estoy segura de que esto es todo político”, sentenció. Sara Aperovich fue muy dura con su prima: “Le destruyó la carrera política a mi padre y a mí también. En todos lados decían que cómo la hija de un violador iba a ser secretaria de la Mujer”.
Declaró el papá de la denunciante y contó que le pidieron frenar el juicio
El juicio se lleva a cabo por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 29, con el juez ultra K Juan María Ramos Padilla. Son cerca de 80 testigos en total y el debate se extenderá, en principio, hasta julio, ya que se está realizando una audiencia por semana. Alperovich sigue el juicio de manera remota, y prometió declarar en la última audiencia. En tanto, la víctima prefirió no estar presente ni siquiera de forma virtual.
Se trata de la cuarta audiencia del debate oral que se lleva a cabo en los tribunales penales de Paraguay al 1535, en la ciudad de Buenos Aires. Este jueves le tocó declarar el papá de la víctima, primo de sangre del exsenador y una de las primeras personas de su círculo familiar que se enteró de los supuestos abusos.
El hombre se sentó delante del juez y dijo: “Cuando mi hija terminó de estudiar le pedí a un familiar que le dé una mano con algún laburo. Al tiempo ella me dijo que iba a empezar a trabajar con mi primo. Yo sabía cómo era la política, pero le dije que se quede tranquila porque estaba al lado de su tío, qué iluso fui. Me arrepiento de eso, de confiar”.
El médico cirujano admitió que parte de su familia le pidió que frene la denuncia. “Hubo gente que me quiso contactar. El yerno quiso hablar conmigo y tuvimos una linda charla. Me pidió que busque la forma de parar la situación. Le dije que la que tomaba las decisiones era mi hija. Yo solo estoy para acompañarla y voy a hacer lo que ella me pida”, sostuvo.
También reveló que quiso hacer justicia por mano propia. “A partir de ese día no me contacté más con él (Alperovich) porque en ese momento hubiera sido un acto de salvajismo total. No era conveniente hacerlo porque podría estar preso. Hasta el día de hoy no le volví a ver la cara”.
Consultado acerca de cómo se encontraba su hija al momento de contar los hechos, declaró: “Estaba destruida. No dormía, no comía, bajó mucho de peso. No era ella, estaba fuera de sí. Mi meta era salvarla, que pudiera estar bien. Con el paso del tiempo ella pudo recomponerse. Cuando volvió a reír, yo supe que se sanó gracias a Dios”. “En Tucumán nos conocemos todos y la condena de él es social, porque no pisó más una calle. En cambio, yo nunca me escondí, porque esas piedras no estaban en mi mochila. Esto arrastró a muchas familias, nunca más me pude acercar aparte de la familia. Yo amaba a mi tía (la mamá de Alperovich)”, agregó sobre el conflicto familiar que se generó a partir de los abusos.
Declaró una aliada de Alperovich en la campaña del 2019 y lo defendió
En esta jornada también declaró Beatriz Mirkin. Fue exsenadora y candidata a vicegobernadora en la campaña de Alperovich en 2019. La funcionaria replicó los dichos de la hija del acusado y aseguró: “Fue una campaña orquestada por Cisneros para matarlo política, familiar y personalmente”.
Mirkin dijo que conoció a la denunciante durante la campaña, y reveló que no tenía relación personal con Alperovich, solo política. Fue once años ministra durante el mandato del exgobernador y fue exsenadora nacional. Hace 40 años milita los derechos de las mujeres. Actualmente, es asesora de una legisladora en la Cámara de Senadores. “Mi jefe político era Alperovich, compartimos gobierno y además la campaña del 2019. Se me acercó y me pidió ser vicegobernadora. Yo acepté porque me interesaba dar esa batalla de los derechos de las mujeres dentro del gobierno de Tucumán”, contó.
Recordó además que la joven denunciante “asumió con mucha responsabilidad y alegría su trabajo como secretaria de Alperovich en la campaña”, aunque reconoció que tenía solo un trato laboral y la frecuentaba en las actividades de gobierno. También la trató de ñoqui. “Trabajé once años en el ministerio y nunca supe de la existencia de esta chica. Cobraba y no iba a trabajar”, reveló.
Sobre Alperovich, expresó: “Él primero escucha y después opina. Lo recuerdo como una persona agradable y que no pedía cosas imperativamente”, expresó. Consultada por la defensa sobre el trato con las mujeres del equipo: “No vi ningún trato diferente, ni situaciones impropias”, aseguró.
Sin embargo, contó un detalle que llamó la atención de la querella. “Cuando íbamos de la combi de gobernación, iba mirando mujeres por la ventana y diciendo ‘mirá qué buena está esa mina’. Pero yo qué le voy a decir, iban hablando cosas de varones, no me iba a meter”, manifestó.
La funcionaria también se refirió a la denuncia que se hizo en su contra por supuesta complicidad con el exgobernador. “A mí me denunció un ave negra, diciendo que yo conocía que la denunciante había sido víctima de abuso y que no hice nada. Lo hicieron para que me saquen por incumplimiento de los deberes de funcionario público”.
Además, habló de la denuncia que hizo la exasesora. “Se radicó el día de la no violencia contra la mujer y eso me afectó enormemente. Me desperté con mi casa empapelada con carteles que decían ‘Alperovich violador’. Eso solo lo puede hacer un equipo grande, uno que buscó desprestigiar. Fue una campaña que lo mató personal, familiar y políticamente”, insistió.
El fiscal le preguntó sobre una situación que Alperovich tuvo con una periodista. Donde le dijo que era “muy bonita” y opinó sobre su cuerpo. “Se hizo una campaña atroz con ese tema también. Yo le dije que no me agradó esa situación, pero no lo denuncié porque me pareció que no atenta contra los derechos de la mujer”.
La querella le preguntó cómo vio a la denunciante cuando renunció a su cargo. “Me dijo que se iba porque ‘estaba agotada’. No la vi bien. Le ofrecí clonazepam porque me dijo que se sentía mal, que no daba más y vi cómo le temblaban las manos”, contó.