La UCR “exhortó” a sus legisladores a votar a favor de jubilados, provincias, educación y empleo
En medio de disputas internas friccionadas respecto a la postura de las bancadas respecto a los proyectos del oficialismo, el Comité y la Convención Nacional entraron al juego.
La conducción de la Unión Cívica Radical (UCR) marcó la cancha en las últimas horas respecto a la postura que adoptarán sus representantes en el Congreso en las iniciativas que propone el Gobierno nacional para reestructurar dimensiones económicas, productivas, educativas y de un sinfín de aspectos de la vida social.
El Comité Nacional y la Convención Nacional de la UCR exhortaron este lunes a sus legisladores nacionales “a promover y defender los principios históricos de nuestro partido”.
Lo hicieron a través de un comunicado donde se puntualizó que, dadas las circunstancias coyunturales, los máximos órganos del partido centenario llamaban a “tomar posturas, promover y votar” iniciativas que cumplan con una serie de atributos.
LA INTERNA, DESDE ADENTRO
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Entre ellos, mencionaron cumplir “con apego absoluto la letra y el espíritu de la Constitución Nacional”, con el objetivo de “preservar los valores rectores de nuestra democracia y el principio republicano de la división de poderes”.
A su vez, se los instó a respaldar aquellos ítems que “generen una recomposición de las jubilaciones y pensiones”, y apunten al diseño de “una fórmula que garantice que ningún jubilado pierda poder adquisitivo hacia adelante”.
En medio de las agresiones sistemáticas del Ejecutivo nacional a las provincias, también pidieron asegurar “las autonomías provinciales y su genuina capacidad para brindar bienes y servicios públicos imprescindibles para sus ciudadanos”.
En un sentido amplio, se pidió defender “la educación pública, laica, gratuita y de calidad en todos sus niveles” y por último votar iniciativas que favorezcan la promoción de “trabajo formal” y la reducción de la incertidumbre para las Pymes “con seguridad jurídica tanto para empleadores como para empleados”.
Una posición privilegiada y las tensiones que acarrea
En el marco del inicio del período de sesiones ordinarias en el Congreso de la Nación, la Unión Cívica Radical (UCR) tendrá uno de los roles más estratégicos, ubicándose en un punto intermedio entre la oposición férrea que ejercerá Unión por la Patria (UxP) y el abierto colaboracionismo que practicará el PRO.
Las iniciativas del oficialismo requerirán del apoyo del partido centenario, tras la suerte de empate técnico entre la alianza oficialista y la oposición intransigente del peronismo, que no le alcanza al presidente, Javier Milei, para aprobar sus proyectos de reforma estructural, como la Ley Ómnibus o el mega DNU.
No obstante, la rosca por el primer debate de la Ley Bases dejó en claro que no será fácil conseguir el apoyo orgánico de las bancadas de manera unánime o mayoritaria. Lo mismo ocurre con Hacemos Coalición Federal, interbloque que reúne representantes del peronismo disidente, legisladores que responden a gobernadores y de la Coalición Cívica.
La situación pone de relieve las discrepancias de los diferentes sectores de la dirigencia, donde gobernadores como Alfredo Cornejo (Mendoza) y Gustavo Valdés, o el presidente del bloque de diputados, Rodrigo De Loredo, ven con simpatía buena parte del programa del Gobierno, y otros se muestran decididamente negados a brindar su apoyo.
El círculo de influencia del presidente del partido, Martín Lousteau, así como su predecesor y ex gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, se han mostrado intransigentes con los avances sobre las diferentes instituciones que han sido pilares de la democracia del país, como la educación pública y la división de poderes.
El papel estratégico que le depara la coyuntura nacional al radicalismo puede resultar conveniente con la misma facilidad que puede generar el chispazo que termine por encender una interna latente pero difícil de disfrazar.