Fue una «entregada»: Leandro Bringas fue detenido en marzo por cultivos de cannabis en su casa, a pesar de tener los permisos correspondientes. Enterate conversó con una de las abogadas de la defensa.
Leandro Campos Bringas, estudiante de 23 años en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán, y su madre, María Eugenia Bringas, están detenidos con prisión preventiva por presunta tenencia de drogas con fines comerciales.
El allanamiento en su casa, realizado por la Policía el 7 de marzo, tenía como objetivo encontrar una motocicleta robada según una orden judicial emitida por la jueza Isabel de Los Ángeles Méndez. Sin embargo, no se encontraron pruebas relacionadas con el robo, sino un cultivo de cannabis con fines medicinales, respaldado por prescripciones médicas de polineuropatías y ansiedad.
A pesar de estar inscritos en el Registro del Programa de Cannabis (REPROCANN) y contar con la documentación necesaria, incluido el de Leandro, cuyo permiso estaba vencido hacía dos semanas, las autoridades desestimaron los permisos y los detuvieron a él y a su madre.
En diálogo con Enterate, Candelaria Hernández, integrante del equipo de abogados que lleva la causa, abordó más en profundidad el caso. Los otros abogados del equipo son Patricio Char y Agustina Recalde.
Con relación a cómo llega la policía a la familia Bringas, expresó: «Últimamente se vienen manejando de esa forma. Comienzan con un robo y hacen averiguaciones entre los vecinos, ahí es cuando tenemos nuestra teoría: dieron información falsa afirmando que Leandro robó la moto». Según la abogada, el vecino que habría declarado contra Leandro no saben si es real, ya que lo buscaron en padrones y más canales pero no lograron localizarlo.
La policía realizó el allanamiento para encontrar elementos relacionados al robo (armas, dinero, un supuesto desarmadero), finalmente, no encontraron nada de lo mencionado pero sí los cultivos. Frente a eso y al carnet vencido, Candelaria expresó: «Consideramos que la fuerza no está informada sobre el tema del cultivo medicinal. Según la ley, se puede tener permisos por domicilio, es decir, ahí había dos cultivadores por ende, el permiso era válido y se les permitía tener nueve plantas a cada uno».
Al momento de hacer el conteo, contaron mal y dedujeron 28 plantas cuando en realidad había 19. Cómo los allanamientos son actos irreproducibles, pidieron la nulidad del acta de allanamiento.
CÓMO SIGUE LA CAUSA
Candelaria explicó que, como la causa fue tomada por el Juzgado Federal, el proceso se torna más lento porque se pierde la inmediatez con los jueces y todo tipo de comunicación se hace por escrito.
Esta semana ya se terminaron de producir las pruebas, entonces la defensa buscará la excarcelación de la madre debido a que quedó comprobado que no está relacionada con la causa. En cuánto a Leandro, pedirán lo mismo en el momento oportuno.
LA TEORÍA
Se podría hablar de una «entregada», Hernández explicó: «Los vecinos podrían haberlo entregado porque tenía cultivos, pero no por comercializar porque eso no es verdad. También pensamos que hay una persecusión por parte de la policía hacia los cultivadores de marihuana, ya que hay casos similares y no encuentran otro tipo de sustancia».
La defensa piensa que con este tipo de procedimientos de la policía con el afán de «ganar resultados», se manejan de forma irregular y conseguirán que la gente deje de cultivar. De este modo, se lograría instalar el miedo en las personas que hacen esta actividad bajo permisos.
Como resultado de estas acciones, se dieron reuniones entre cultivadores para debatir el tema de Leandro y pensar si conviene o no seguir con sus plantaciones a pesar de tener la documentación necesaria.
Finalmente, Candelaria señaló: «Se están usando las leyes y las lagunas del REPROCANN y narcomenudeo en contra de la gente. En ningún lado dice cuánta cantidad de flores secas se permite almacenar en tu casa, pero como para ellos encontraron ‘mucho’, los llevaron y la causa terminó en el Juzgado Federal».
