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Veranear en la Costa Argentina costará un 150% más el año pasado

Los precios de los alquileres subirán más de 150% en Mar del Plata y toda la costa atlántica.
Con una economía que tiene algunos giros, anunciaron los valores de los servicios para la próxima temporada de verano en Mar del Plata, que dependerán de la moneda en que se pacten los contratos. 
Así, en el caso de los alquileres de propiedades se aplicarían aumentos no inferiores al 150% con respecto a los logrados en pesos entre diciembre y marzo últimos. 
Y en dólares, moneda frecuente en los destinos más cotizados, buscarían repetir los precios para cuidar la clientela y evitar que la nueva paridad cambiaria sea una opción que tiente a vacacionar fuera del país.La primera de las alternativas la presentaron este jueves directivos del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de Mar del Plata, que, como de costumbre realizan en esta época una conferencia de prensa a modo de orientación para los propietarios que comienzan a cargar sus unidades en la cartera de clientes de las inmobiliarias que operan alquileres temporarios. Alcanza también a balnearios vecinos como Miramar y Mar Chiquita.

Con estas condiciones, afirman que se podrían conseguir, durante enero y por semana, monoambientes por $250.000; un dos ambientes por $380.000, y de tres ambientes desde $550.000. Un chalet de similares comodidades tendría un precio base de $750.000.
“Hay una inflación interanual del 240%”, recordó Guillermo Rossi, presidente de la institución, durante la conferencia de prensa en la que adelantó estos valores que remarcó como “de referencia” y “moderados” para que clientes y propietarios comiencen a pensar en presupuesto de veraneo.
Se recuerda que el antecedente más reciente fue una temporada regular en un contexto de país que pasó buena parte de ese verano con enormes impactos inflacionarios, entre ellos a partir de fuertes aumentos en combustibles, insumos y, por sobre todo, extrema incertidumbre. Vale citar que productores y proveedores aplicaban aumentos exagerados de manera preventiva, siempre ante la ausencia de precios reales y temores de nuevos ajustes o devaluaciones.
Valores
“Hoy tenemos un nuevo escenario que no pone a favor un valor importante que es la previsibilidad”, confirma Pedro Gartia, a cargo del parador Hemingway de Cariló, donde ya sacaron a la venta su oferta de sombra en playa con valores que estarán entre 170% y 190% por encima de lo que se pagó por ese servicio el verano pasado. “Esperamos un movimiento similar al del año pasado, que fue bueno”, confirmó sobre la demanda sobre carpas por las que se pagará unos dos millones de pesos por todo enero, monto que ahora tiene una bonificación del 25%.
Mar del Plata tiene una propuesta muchísima más amplia de balnearios en sus más de 30 kilómetros de playa con unidades fiscales concesionadas. Según el caso se pueden encontrar incrementos que van desde 150% hasta más de 250%, según el relevamiento . Es un producto que tiene un mayoritaria presencia de clientela marplatense, que sabe ya de planes de pago y otras alternativas para que el impacto sobre el bolsillo no sea tan contundente.
Es también la ciudad que tiene el abanico más amplio de propuestas y precios. Por temporada completa –tres meses de servicio– se puede pagar desde $1,3 hasta más de 3,5 millones de pesos. Y se actualizarán en los próximos meses. Por día hay balnearios que ya anticipan como piso un valor de $60.000 por carpa para seis personas y con todos los servicios: piscina, vestuarios, recreación para niños. Eso sí: la cochera se paga aparte.
Cariló es el histórico destino premium por excelencia de la costa atlántica. Sigue sumando nuevas propiedades, generó nuevos loteos, mantiene una demanda firme de alquileres y es de los primeros que pone en vidriera su oferta de propiedades.
Según valores publicados de unidades actualmente disponibles, hay chalets para seis personas bien ubicados en la zona próxima al centro comercial y al mar por 3000 dólares la quincena de enero. Algo con similares comodidades, pero además con piscina ronda los 6000 dólares. Y puede llegar hasta los 13.000 dólares. Y sobre la línea de playa, con salida directa al mar, hay casas desde 19.000 dólares, siempre para mitad de enero.
“Hoy tenemos confirmados casi un 55% de los alquileres de casas para enero, igual que a la misma época del año pasado”, precisó Silvia Melgarejo, titular de Constructora del Bosque. Resaltó la respuesta de dueños, que atendieron sugerencias y han sido prudentes con los precios. “Solo algunas unidades, por mejoras importantes, han aumentado un 10% o 15%”, dijo.
Costa Esmeralda
El otro que crece, muy fuerte y está algo más al norte es Costa Esmeralda. Allí, según pudo confirmar LA NACIÓN, además de la continuidad del boom de la construcción que comenzó hace algunos años, hay una muy fuerte demanda de alojamiento para fin de año. Se trata de contratos por períodos algo más cortos y que en el caso de los barrios marítimos, que son los más cotizados, tienen valores de 500 dólares y hasta más de 1700 dólares por noche. “De cada diez contratos, ocho o nueve repiten valores del año pasado”, puntualizaron las fuentes consultadas.
A diferencia de lo que ocurre con los propietarios de inmuebles, que alquilan y afrontan costos de servicios e impuestos, la hotelería acusa un momento difícil porque acarrea además tarifas que se dispararon, paritarias que también llevaron para arriba las partidas de la mano de obra contratada e impuestos que todavía escalan.
Nelson Valimbri, responsable del complejo Ville Saint Germain de Cariló, dijo que acaban de iniciar la preventa de temporada con buenos resultados. La propuesta, especificó, incluye un incremento de 180% con respecto a los valores de la última temporada. “Amortiguamos mucho el año pasado, con una inflación a fin de año que nos destrozó, y ahora tenemos cada vez menos aire”, indicó sobre la imposibilidad e inconveniencia de trasladar la suba de costos a las tarifas al público. Recordó que entre la luz y el gas el incremento fue más de 500%, además de lo que significa mantener esos establecimientos activos y con personal durante la temporada baja, que por cierto fue floja. “Lo que no podemos es dejar de mirar el exterior ya que por el cambio y nuestros costos se pone competitivo”, señaló.
Reconoció, al igual que Gartia, que Cariló es un destino que tiene “mucha fidelidad” de veraneantes y, por eso, consideró que de todas maneras, incluso por estas primeras señales que llegan con reservas, esperan que sea una buena temporada la que comenzará en diciembre.
En los complejos de apartamentos, que también cotizan en dólares, aseguran que no tendrán que modificar las pantallas. Casi que podrían repetir publicaciones del año pasado ya que mantienen los precios. “Son los mismos del año pasado en dólar paralelo, que eso nos da por debajo de la inflación”, explica Joaquín Bustillo, que empieza a tener el termómetro de lo que vendrá entre consultas y confirmaciones. “Las reservas no están igual que otros años”, dijo sobre un ritmo más calmo en la demanda. Al menos por ahora.
En ese segmento también se percibe un detalle que llama la atención y mucho. Afirman que los clientes repiten pero con una evidente reducción del gasto. “Si alquilaban con vista al mar, ahora algunos piden contrafrente, y si tenían servicio de cama y limpieza todos los días, piden solo dos o tres veces por semana”, confían.
Pinamar
Por Pinamar también hay un seguimiento cercano de la dinámica de precios en procura de generar condiciones atractivas para el turista. Operadores inmobiliarios confirmaron que recomiendan repetir precios de la temporada 2023/24 y que, a lo sumo, si existe un ajuste no supere la franja del 5% al 8%.
Lucas Ventoso, director de Turismo de Pinamar, dijo que si bien siempre se lo consideró por encima de la media, en la actualidad esta ciudad tiene precios que en rubros como gastronomía “están por debajo de lo que se paga en Capital Federal”. Citó restaurantes frente al mar donde hoy se paga 15.000 pesos una porción de rabas para compartir, 12.000 una hamburguesa completa y lo mismo una ensalada de salmón. “Los precios en dólares se están sosteniendo a pesar de la inflación y el aumento de costos que hay”, acotó.
La política de precios que establezcan estos destinos suele ser determinante para la suerte que se juegan en cada temporada. Quizás una señal y guía sea la experiencia reciente de los espectáculos teatrales, que con anticipación al cambio de gobierno establecieron topes dentro de lo que llamaron “Precios amigables” y los mantuvieron de diciembre a marzo, aún con 90% de inflación para ese cuatrimestre.

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