Argentinos en Río de Janeiro
Devaluación del real: «boom» , señal de alarma para el Banco Central y la industria.
Los industriales argentinos temen que la caída de la demanda en Brasil redunde en una “invasión” de manufacturas del país vecino. Todo se da en un contexto de apertura comercial y eliminación de controles aduaneros. Textiles, autopartes, alimentos, químicos, electrodomésticos, acero, maquinaria agrícola, son algunos de los sectores que podrían verse afectados en caso de que se de una nueva oleada importadora.
El “boom” de argentinos en Río
El turismo es uno de los sectores que más rápido reacciona a los cambio de coyuntura cambiaria. Una de las agencias más relevantes, le dijo a este medio que este año creció fuerte el interés por destinos del exterior. “El boom por Brasil no para de crecer, Río de Janeiro va a estar invadido de argentinos”, especificó la fuente del sector.
Según datos de Despegar, las búsquedas a nivel internacional aumentaron un 108% en comparación con el segundo trimestre del año. El ranking de destinos lo lidera Río de Janeiro y luego le sigue Florianópolis. Mientras tanto, las búsquedas de turistas extranjeros para visitar Argentina cayeron un 15% entre junio de 2024 y el mismo mes del 2023.
“El interés de los viajeros sigue creciendo. Es impulsado por el cambio favorable, los paquetes, las cuotas sin interés y la posibilidad de adquirir vuelos directos a más de 11 destinos de Brasil”, explicó Alejandro Festa, Gerente de Hospedajes y Servicios Turísticos de Despegar.
El riesgo para la estrategia cambiaria de Javier Milei
La cuenta de servicios comienza a transformarse en un problema para el Banco Central. De exhibir un superávit de u$s 84 millones en enero, luego del salto cambiario del 118%, pasó a tener un rojo de u$s 650 millones en septiembre. Todo esto, a pesar de que el dólar turista está casi $500 por debajo del financiero.
El deterioro de la cuenta corriente siembra preguntas sobre la estrategia cambiaria. El Gobierno dice que la apreciación del peso llegó para quedarse. Pero economistas de distintas orientaciones plantean reparos a esa idea: los controles cambiarios continúan y el escenario internacional no ayuda.
El más contundente fue el ex economista jefe del Instituto Internacional de Finanzas y estratega jefe de divisas Goldman Sachs, Robin Brooks: “Los argentinos aún no se han dado cuenta, pero la victoria de Trump, sí implica aranceles estadounidenses a China y otros países, ejercerá una gran presión devaluatoria sobre el peso. Eso no está en el precio actual”.