Evo Morales enfrenta una posible prisión preventiva por el caso de trata de una menor
La justicia boliviana reprogramó la audiencia, mientras el exmandatario sigue enfrentando protestas y tensiones políticas en el país.
La justicia boliviana debe decidir en los próximos días si Evo Morales, expresidente de Bolivia, enfrentará una prisión preventiva de seis meses por un presunto caso de trata de una menor ocurrido en 2015. La fiscalía boliviana solicitó esta medida cautelar, mientras la audiencia se reprogramó debido a problemas de salud del exmandatario. La nueva cita está prevista para el 17 de enero, y, si es encontrado culpable, podría enfrentar una pena de entre 10 y 15 años de cárcel.
La fiscal Sandra Gutiérrez, encargada del caso, explicó que la audiencia se llevará a cabo ante un juez anticorrupción y que si Morales no se presenta, se podrían aplicar medidas restrictivas. En este contexto, la situación se encuentra rodeada de tensión política, con fuertes enfrentamientos entre Morales y el actual presidente Luis Arce.
Detalles sobre la acusación de trata de menor y la posible condena
Evo Morales, de 65 años, es acusado por el Ministerio Público de haber mantenido una relación con una menor de 15 años en 2015, la cual resultó en el nacimiento de una hija en 2016. La fiscalía sostiene que esta relación fue consensuada entre Morales y los padres de la joven, a cambio de beneficios. Por este hecho, Morales enfrenta cargos por trata de personas, lo que le podría acarrear una severa condena de entre 10 y 15 años de prisión.
El exmandatario, quien gobernó Bolivia entre 2006 y 2019, ya tiene en su contra una orden de aprehensión debido a su falta de comparecencia ante la fiscalía durante la investigación. Además, en diciembre de 2024, la fiscal Gutiérrez presentó una imputación formal en su contra y solicitó una alerta migratoria para evitar su salida del país.
Protestas y tensiones políticas en torno al caso
El caso ha generado una gran controversia, especialmente en medio de la creciente confrontación entre Evo Morales y el presidente Luis Arce, su antiguo aliado político. A menos de siete meses de las elecciones generales en Bolivia, los seguidores de Morales han realizado manifestaciones en La Paz, donde fueron reprimidos por la policía con gases lacrimógenos. Los manifestantes, que viajaron desde diferentes localidades del país, se concentraron en la plaza central en protesta contra el proceso judicial que enfrenta Morales, así como por la crisis económica que atraviesa el país.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, calificó la marcha como una defensa de «la pedofilia» y acusó a los manifestantes de violencia contra la policía. Por otro lado, Morales, quien se encuentra resguardado en su feudo cocalero en el Chapare, sigue bajo la protección de los sindicatos cocaleros, que le brindan apoyo mientras evita ser detenido.