Interés GeneralLocales
El transporte público: millones para AETAT, pero los tucumanos siguen a pie

Colectivos que nunca llegan, esperas eternas en las paradas, choferes que no cumplen recorridos, unidades en mal estado y pasajeros que viajan hacinados o que directamente quedan a pie. Ese es el pésimo servicio que reciben todos los días los vecinos de San Miguel de Tucumán.

Y lo más indignante es que, mientras esto ocurre, las empresas nucleadas en AETAT cobran todos los meses millonarios subsidios municipales y provinciales, que deberían servir para garantizar un transporte digno y previsible.
Los datos oficiales de las transacciones SUBE 2025 son contundentes: la cantidad de viajes no para de crecer.
•Enero: 249.588
•Febrero: 634.037
•Marzo: 1.428.175
•Abril: 2.122.048
•Mayo: 2.810.685
•Junio: 2.650.228
•Julio: 2.184.885 (mes de receso invernal)
•Agosto: 2.808.594
Solo en agosto, el total depositado en concepto de BEM para todas las empresas de AETAT superó los $373 millones. A esto se suman más de $528 millones en compensaciones abonadas en julio.
Los números demuestran con claridad que la Municipalidad y la Provincia cumplen religiosamente con millonarios depósitos a favor de AETAT.

Sin embargo, los empresarios insisten en amenazar con paralizar el servicio, generando incertidumbre en miles de familias que dependen del colectivo para trabajar, estudiar o atender su salud.
El concejal Carlos Arnedo fue categórico:
“Los tucumanos no pueden ser rehenes de los aprietes empresarios. La Municipalidad y la Provincia transfieren cifras millonarias todos los meses a las empresas, pero los vecinos siguen esperando colectivos que nunca llegan y pagando tarifas que no se corresponden con la calidad del servicio. Es hora de ponerle un límite claro a AETAT y defender a los usuarios, que son quienes sostienen al sistema con su bolsillo y su paciencia”.
La discusión sobre el transporte en San Miguel de Tucumán no puede seguir reducida a pulseadas de poder entre empresarios y gobierno. El único interés que debe estar en el centro es el de los vecinos, que merecen un servicio digno, previsible y accesible.