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Venden un departamento en el edificio de la chica del ascensor

Recoleta que sale menos de US$2 mil el metro.

En una esquina icónica funcionó la confitería emblemática y en el inmueble tuvo su estudio el prestigioso arquitecto Clorindo Testa. Ahora se ofrece un departamento de 278 m2. Por qué es un lugar histórico.

Salió en venta una joya de Recoleta en la esquina de Avenidas Callao y Santa Fe. Se trata de un departamento en el edificio conocido como “del Águila”, una construcción emblemática de 1912 que supo albergar la Confitería del Águila, luego el estudio del arquitecto Clorindo Testa y que en los años 80 se volvió parte de la cultura popular por un recordado comercial de jeans filmado en su ascensor jaula. El inmueble que se ofrece en el mercado combina valor patrimonial, atributos arquitectónicos y una ubicación privilegiada en el corazón de la ciudad.

El precio de la unidad es de US$500.000. Cuenta con 278 m2 construidos, de los cuales 252 m2 son cubiertos, además de 14 m2 descubiertos y 12 m2 semicubiertos. Tiene nueve ambientes, cuatro dormitorios, dos baños completos y un toilette. La antigüedad supera los 90 años y se ubica en el primer piso, con disposición al frente y orientación noreste. Las expensas rondan los $529.000 mensuales.

La descripción oficial detalla un hall oval que organiza la planta y conecta las áreas sociales. El living, el comedor, la biblioteca y el estar se comunican entre sí por puertas de madera maciza. Desde los balcones se obtiene una vista directa hacia el edificio Rocatagliata, otro ícono de Recoleta. El piso conserva materiales originales como roble de Eslavonia, pinotea y cerámicos calcáreos. La doble altura de los techos refuerza la sensación de amplitud y aporta luminosidad gracias a ventanales de época de piso a techo.

Desde la unidad se observa la zona y la cúpula del Palacio Roccatagliata (Foto: Bresson Brokers)
Desde la unidad se observa la zona y la cúpula del Palacio Roccatagliata (Foto: Bresson Brokers)

En la zona de servicios se distribuyen la cocina con comedor diario, el lavadero, las dependencias y la baulera. Sobre este último espacio, Laura Gonzalo, de Bresson Brokers, precisó: “Es una habitación de generosas dimensiones, antiguamente destinada a choferes, que hoy puede adaptarse como escritorio u otro uso. Tiene ventana propia y se accede por el ascensor de servicio, que también mantiene el estilo original pero es más amplio y permite incluso subir bicicletas, un medio de transporte cada vez más usado”.

Allí funcionó la Confitería del Águila, inolvidable (Foto: Estudio INFILL)
Allí funcionó la Confitería del Águila, inolvidable (Foto: Estudio INFILL)

La doble altura es otro rasgo destacado. “Es una característica impactante, propia del estilo y calidad de la obra. Genera la sensación de mayor amplitud, permite colocar luminarias que realcen la estética, organizar distintos sectores y a la vez se combina con aberturas amplias que aportan luz natural”, señaló Gonzalo.

Patricia Sarán, hoy se dedica a promover la vida sana y la alimentación saludable. Pero se hizo muy conocida por la publicidad en el ascensor jaula del edificio ubicado en Recoleta. Foto: Facebook / Patricia Sarán
Patricia Sarán, hoy se dedica a promover la vida sana y la alimentación saludable. Pero se hizo muy conocida por la publicidad en el ascensor jaula del edificio ubicado en Recoleta. Foto: Facebook / Patricia Sarán

La propiedad está desocupada y en buenas condiciones, con detalles de baños y radiadores de época. El toilette conserva accesorios originales esmaltados y la cocina mantiene cerámicas calcáreas clásicas. Gonzalo aclaró: “El estado general es bueno, lo que abre la posibilidad de refacciones que potencien el charme del edificio”.

Simbolismo puro

El inmueble se destaca también por su valor simbólico. Fernando Lorenzi, arquitecto del Estudio INFILL y especialista en refacción de cúpulas, recordó que la construcción fue proyectada por el francés Robert Tiphaine y tuvo modificaciones que marcaron su historia. “La desaparición de la Confitería Águila en 1972 y la mutilación de la cúpula para colocar un cartel en los años 60 dañaron parte de su esencia, pero aún hoy conserva un atractivo arquitectónico que lo coloca en un lugar único en la ciudad. Fue Monumento Histórico Nacional desde 1997 y tiene un valor intangible que trasciende la unidad que ahora se pone en venta”, afirmó.

MAESTRO. Clorindo Testa figura clave de la arquitectura. (Flickr: Amaia).
MAESTRO. Clorindo Testa figura clave de la arquitectura. (Flickr: Amaia).

El edificio fue sede de la Compañía de Seguros La Franco Argentina y con el tiempo alojó personalidades como el médico y antropólogo Antonio Fiz Fernández.

En el sexto piso sobre avenida Santa Fe se instaló el estudio de Clorindo Testa, donde permaneció hasta su muerte y que hoy es sede de la Fundación Testa.

El ascensor jaula que inmortalizó Patricia Sarán y que aún perdura en el edificio (Foto: Buenos Aires al Paso IG)
El ascensor jaula que inmortalizó Patricia Sarán y que aún perdura en el edificio 

Clorindo Testa (1923–2013), arquitecto ítalo-argentino y referente del brutalismo, dejó obras icónicas como la Biblioteca Nacional, el Banco de Londres y el Centro Cultural Recoleta. También proyectó hospitales, viviendas y edificios públicos que marcaron la arquitectura moderna en Buenos Aires. Fue además artista plástico, con obra exhibida en bienales y museos internacionales.

Distinción patrimonial

El valor patrimonial incluye también el ascensor jaula, fabricado por la empresa neoyorquina Otis. Conserva su estructura de hierro, madera y asiento plegable. En plena década del 80, ese elevador fue escenario de la publicidad que lanzó a la fama a Patricia Sarán (en plena época del Destape en 1983, cuando la Dictadura daba sus últimos pasos), quien apareció cambiándose de ropa en el reducido espacio.

Comedor del departamento en venta (Foto: Bresson Brokers)
Comedor del departamento en venta 

El spot, que generó polémica y gran repercusión, inmortalizó al ascensor y lo transformó en parte de la memoria colectiva porteña.

Para Joaquín Manuel Castro, creador de la cuenta Buenos Aires al Paso en redes sociales, que retrata la arquitectura de la ciudad, este tipo de propiedades generan fascinación en el público. “La categoría del edificio, la dimensión de los ambientes del departamento en venta y la calidad de los detalles, desde las molduras hasta las boiseries, lo convierten en objeto de estudio”.

Recepción curva y de buena distribución (Foto: Buenos Aires al Paso IG)
Recepción curva y de buena distribución 

La recepción curva y los pisos originales son alucinantes. Un edificio no deja de ser una construcción, pero sus habitantes y las historias que lo rodean le dan carácter e identidad. Que Clorindo Testa eligiera tener allí su estudio refuerza su simbolismo”, explicó Castro.

La cúpula no existe

Castro destacó además el impacto de la pérdida de la cúpula: “Lamentablemente se perdió hace muchos años, no está claro si fue por incendio o por desmontaje para poner publicidad, pero es un ejemplo de cómo se diluyen elementos que definían a estos edificios. Con la fotografía se puede documentar esa ausencia, generar conciencia y a la vez interés para que, de forma privada o pública, se recuperen estas piezas”.

Sin cúpula, solo se conservan los bordes y el "esqueleto", se desconoce que sucedió (Foto: Buenos Aires al Paso IG)
Sin cúpula, solo se conservan los bordes y el «esqueleto», se desconoce que sucedió 

La unidad que salió al mercado mantiene la esencia de los departamentos franceses de principios del siglo XX: ambientes amplios, techos altos, circulación doble que diferencia áreas sociales, privadas y de servicio, y materiales nobles. Al mismo tiempo, se ofrece en un barrio con alta demanda residencial y profesional, ya que el edificio admite usos mixtos. Hubo consultorios médicos, estudios de arquitectura y oficinas, además de viviendas familiares.

Por su localización en la intersección de dos avenidas centrales, su cercanía a medios de transporte, universidades y centros culturales, la propiedad despierta interés de familias, profesionales y también de inversores extranjeros que valoran la historia arquitectónica de Buenos Aires. Gonzalo acotó: “Hay clientes que buscan vivir rodeados de arte e identidad urbana. Este edificio tiene ambos atributos”, resumió Gonzalo.

Con boiseries, buena altura de piso a techo y Roble de Eslavonia en la terminación (Foto: Bresson Brokers)
Con boiseries, buena altura de piso a techo y Roble de Eslavonia en la terminación 

La esquina de Callao y Santa Fe condensa más de un siglo de vida porteña. Desde las reuniones de presidentes y figuras de la aristocracia en la Confitería del Águila, pasando por la creatividad de Clorindo Testa, hasta el recuerdo popular de un spot publicitario, el edificio se transformó en testigo de la ciudad. Lorenzi concluyó: “La venta de esta unidad reabre esa memoria y muestra que, aun con el paso del tiempo, la arquitectura patrimonial sigue siendo un valor buscado en el mercado inmobiliario”.

 

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