

El derrumbe de los precios agrava el panorama. Como ejemplo, mencionó la papa, que pasó de $1.500 a $450 por kilo en pocos meses. “Una bolsa se vende en el mercado entre 3.500 y 4.500 pesos, pero al productor le llegan apenas 2.500 o 3.000. Así no hay forma de reinvertir ni de guardar insumos para el año que viene”, lamentó.
El dirigente también alertó sobre el desgaste social que provoca la crisis. “Los hijos y los nietos ya no quieren seguir en la finca. Prefieren un sueldo seguro antes que vernos sufrir. Y los que quedamos, no sabemos si terminaremos nuestras vidas siendo agricultores”, señaló con preocupación.
El abandono del campo por parte de las nuevas generaciones amenaza con dejar sin relevo a miles de pequeños y medianos productores, lo que podría debilitar aún más la estructura productiva de la provincia.
El productor también cuestionó la falta de políticas oficiales de contención. “Antes los gobiernos controlaban los precios de insumos claves. Hoy está todo liberado.
Se veta el dinero de los jubilados y la universidad, pero al combustible, que mueve la producción y el transporte, lo dejan subir como quiere”, criticó. El testimonio refleja el desamparo y desconcierto de miles de agricultores que ven amenazada su subsistencia. Sin medidas que regulen los costos y con un mercado en baja, el sector agrícola tucumano enfrenta una encrucijada que compromete no solo el presente de las familias rurales, sino también el futuro del campo argentino.
FUENTE : https://www.contextotucuman.com/nota/359767/productores-de-frutas-y-hortalizas-de-tucuman-afrontan-una-crisis-casi-terminal-y-piden-ayuda.html