
En un contexto político marcado por el creciente uso de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Ejecutivo tucumano, el legislador provincial Claudio Viña anunció que presentará un proyecto de ley para limitar, regular y transparentar el uso de estos instrumentos, que según el parlamentario, actualmente permiten al gobernador legislar prácticamente sin control ni debate legislativo.
“Estamos ante un uso abusivo, caprichoso y completamente fuera de contexto del DNU. No hay emergencia, no hay receso legislativo. El gobernador está vaciando de contenido el rol del Poder Legislativo. Por eso, voy a presentar una ley que establezca límites claros y evite que la excepción se convierta en la regla”, sostuvo Claudio Viña en Parte de Prensa.
Según explicó, en lo que va del 2025, el Ejecutivo provincial ha firmado ocho DNU, y tres de ellos fueron incluidos en la última sesión parlamentaria, generando un fuerte cruce entre oficialismo y oposición.
Viña denunció que Tucumán vive una situación institucional particular, ya que la Constitución provincial—reformada en la era de Alperovich—permite que un DNU quede convertido en ley si no es tratado dentro de los 10 días, sin posibilidad de modificación o debate en comisiones.
“Es una locura: un DNU acá no se cae si no se trata, como en la Nación. Acá se convierte en ley automáticamente, y cuando se trata, se vota a libro cerrado. No se puede tocar una coma. Estamos votando leyes que no se debaten, que no se pueden corregir, y que vienen redactadas a medida del Ejecutivo. Esto ya no es una escribanía: es una fotocopiadora institucional”.
Viña adelantó que su proyecto buscará definir con precisión cuándo corresponde emitir un DNU, establecer límites de tiempo para su aplicación, y obligar a su debate y aprobación con posibilidad de enmiendas por parte de la Legislatura. Además, propondrá obligar al Ejecutivo a justificar públicamente el carácter de “urgente” de cada decreto, y crear una comisión especial de control y seguimiento de los mismos.
En contraste con el clima tenso por los DNU, Viña celebró la aprobación por unanimidad de la adhesión a la Ley Nacional de Salud Mental 26.657, calificándole como un “paso fundamental” pero advirtiendo que la infraestructura provincial es insuficiente y que esta normativa no debe quedar en el papel.
“Hoy en Tucumán, la salud mental está colapsada. Tenemos apenas dos centros de atención, deteriorados, sin recursos humanos ni infraestructura. Señaló que muchas de las patologías mentales, agravadas tras la pandemia, son tratables si se detectan y abordan a tiempo, y que el Estado debe garantizar ese derecho. Esta ley exige que se le asigne al área al menos el 10% del presupuesto de salud, algo que nunca se cumplió. Es urgente dotar al sistema de profesionales, recursos y espacios dignos”.
Otro tema abordado por Viña fue el reciente proyecto para fomentar la adquisición de vehículos eléctricos e híbridos, que incluye exenciones impositivas en sellado y patentes. Si bien valoró la iniciativa por su impacto ambiental positivo, criticó que no haya pasado por la Comisión de Hacienda, a pesar de su impacto en las cuentas públicas.
“El proyecto debió pasar por Hacienda porque implica una exención tributaria. Lo trató la Comisión de Producción y Economía, que tiene competencia en la materia general, pero no en lo fiscal. Estas irregularidades deben corregirse para evitar vacíos legales o perjuicios fiscales.”
Consultado sobre la presentación del presupuesto nacional 2026 por parte del presidente Javier Milei, Viña fue contundente: “Es impresentable que un país gobierne dos años sin presupuesto”, y agregó que eso refleja un manejo económico discrecional, sin controles ni planificación real”.
“Un presupuesto es como una hoja de ruta. No tenerlo es navegar a ciegas. Y si encima se usa el Congreso como enemigo y no como espacio de diálogo, el país termina paralizado o peor aún, en crisis permanente”.
Sobre una posible devaluación antes de octubre, Viña consideró que sería “un suicidio electoral” y alertó sobre el deterioro económico, el aislamiento político del presidente y la falta de confianza en los mercados.
“No sé si llega. El Gobierno está quemando reservas y pidiendo préstamos externos. La situación económica y social es muy delicada.”
Finalmente, Viña expresó su emoción por la candidatura de su hija, Micaela Viña, quien milita activamente en la oposición y actualmente ocupa el segundo lugar en la lista de diputados nacionales por el frente Unidos por Tucumán.
“Me emociona verla hablar ante miles de personas, comprometerse, estudiar, prepararse y actuar con convicciones. Hay una nueva generación que no está anestesiada. Que no se resigna. La juventud necesita líderes nuevos y comprometidos, Micaela es parte de eso, y yo la apoyo con orgullo”, concluyó.