DIPUTADOSNacionales

Qué dice la historia sobre el intento de desplazamiento de Espert en una comisión

Hay dos precedentes, desde 1983 a la fecha. Ninguno con las características que tiene el presidente de Presupuesto y Hacienda. Qué sucedió hace casi dos décadas dentro del oficialismo de entonces. La oposición intentó sin éxito este miércoles desplazar de la presidencia de la Comisión de Presupuesto y Hacienda a José Luis Espert.

En rigor, no tenía muchas expectativas de lograr tal objetivo, dado que el reglamento de la Cámara no establece taxativamente que tal posibilidad pueda concretarse de la manera como lo intentaron.

Se invocó el artículo 107 del Reglamento de la Cámara de Diputados, que establece que “los miembros de las comisiones permanentes durarán dos años, de no ser relevados mediante resolución expresa de la Cámara”. Esto es, no era factible que la decisión de una mayoría circunstancial alcanzada en la comisión fuera suficiente, de ahí que al dar por concluido ese round el jefe del bloque de la principal oposición prometiera seguirla en el recinto.

La realidad es que los antecedentes tampoco alentaban las intenciones de la oposición. Desde la recuperación democrática en 1983, hay solo dos casos en el que los que el presidente de una comisión haya sido desplazado del cargo. Y para encontrar el último hay que remontarse hasta casi dos décadas atrás, con diferencias muy notorias a las de este caso: no fue la oposición la que decidió hacerlo, sino el propio oficialismo de entonces para con una integrante de ese mismo espacio.

Sucedió el 17 de mayo de 2006, y la protagonista de este caso resultó la diputada santafesina María del Carmen Alarcón. La comisión en cuestión era la de Agricultura y Ganadería, y las razones de la decisión del oficialismo kirchnerista de entonces fueron sus críticas posiciones frente al gobierno en materia agropecuaria.

Revisando los muy completos archivos de parlamentario.com podemos encontrar la primera noticia sobre el tema en el 12 de mayo de ese año, cuando el presidente del bloque Frente para la Victoria, Agustín Rossi, argumentaba tan drástica decisión con esta reflexión: “No se puede ser oficialista para llegar a un cargo y una vez allí pasar a la oposición”.

El kirchnerismo sostenía que Alarcón debía impulsar desde la presidencia de una comisión tan importante como la de Agricultura y Ganadería la política del bloque, que era la misma que la del Gobierno nacional. “Las presidencias de las comisiones corresponden a los bloques que las conducen y no a los diputados”, remarcaba Rossi, mientras que María del Carmen Alarcón confirmaba que las autoridades de la Cámara y del bloque oficialista habían pedido su destitución el lunes 8 de mayo y que la misma se produciría en los próximos días.

Ella anticipaba: “Para el martes próximo he convocado a nuestra comisión, como lo hago habitualmente, y allí, supongo, se va a proceder a destituirme”. Se había negado a renunciar.

Le habían pedido dejar el cargo el presidente de la Cámara de entonces, Alberto Balestrini, “en buenos términos”, según la propia protagonista, y el titular de su bloque, que empleó mayor dureza. “Me dijo que yo defiendo demasiado al sector productivo de la Argentina, a la oligarquía ganadera, y que eso no se condice con los lineamientos del Gobierno. Eso me molestó, porque con Rossi somos comprovincianos y compañeros de militancia desde la juventud”, contó la diputada santafesina, que reveló a su vez apoyos del Partido Socialista, el radicalismo y el ARI. “Pero no de mi partido”, se lamentó.

Agustín Rossi era tajante: “No podemos admitir que un presidente de una comisión no impulse la política del bloque, porque para eso le damos esa comisión a la oposición y listo”.

El oficialismo de entonces le reprochaba a Alarcón -muy cercana al campo en ese tiempo en el que todavía no se había desatado el gran enfrentamiento que el kirchnerismo tendría con los productores agrarios- haber retrasado el tratamiento de proyectos enviados por el Ejecutivo, o bien generados por diputados de su propia bancada. Pero el punto central del cuestionamiento estaba ligado a la política oficial ganadera y la decisión de poner un cepo a las exportaciones.

María del Carmen Alarcón integraba el Grupo Pampa Sur, junto al duhaldista Miguel Saredi, desde donde se formulaban críticas a las políticas gubernamentales en materia agraria, las cuales se habían ahondado desde que trabó el tratamiento de un proyecto para apoyar las limitaciones a las exportaciones de carne.

La drástica medida se llevaría a la práctica el miércoles 17 de mayo, cuando el oficialismo kirchnerista reemplazó a la diputada santafesina por el bonaerense Mariano West. Alarcón no solo fue apartada de la presidencia, sino también la excluyeron de la comisión, mediante una resolución administrativa del bloque del Frente para la Victoria, cuyos legisladores incluso no se presentaron a la reunión de la comisión que la diputada había convocado, dejando solos a los opositores.

La sesión

“En los cuerpos colegiados, los cargos pertenecen a los bloques. Como oficialistas lo mínimo que pretendemos es que defiendan las políticas del Gobierno en esas comisiones. Me resulta impensable que el presidente de la Comisión de Presupuesto, que es oficialista, vote en contra del presupuesto general de la Nación”, argumentaría Agustín Rossi esa misma tarde, durante la sesión convocada el kirchnerismo en la que se formalizó la expulsión de la diputada santafesina de la conducción de la Comisión de Agricultura y Ganadería.

Lo votó el pleno y la resolución se aprobó por 116 votos afirmativos contra 71 en contra y 12 abstenciones. Recordemos que por entonces el FpV contaba con 117 miembros. La primera en cuestionar la decisión del oficialismo fue la diputada Elisa Carrió (ARI), a través de una cuestión del privilegio contra el titular del bloque kirchnerista, en la que consideró que la postura del FpV sentaba “un precedente gravísimo”.

En su exposición, Carrió advirtió que la remoción de la legisladora por mayoría simple podría servir “para remover en el futuro al propio presidente de la Cámara” y acusó al titular del cuerpo, Alberto Balestrini, de “ayudar a destruir el funcionamiento republicano”.

Balestrini rechazó las acusaciones de Carrió, al recordar que el titular de la Cámara “puede ser removido por mayoría simple si no modificamos el reglamento”.

La propia Alarcón también se defendió de las acusaciones en su contra y cuestionó en el recinto la decisión del oficialismo asegurando que ella había sido leal al Gobierno nacional y que su lealtad había consistido en señalar las políticas que consideraba perjudiciales para el sistema productivo como el cepo a las exportaciones de carnes. “La lealtad es todo lo contrario a la obediencia debida”, afirmó Alarcón al explicar su enfrentamiento con la política oficial. “No ayuda al acuerdo de nuestro gobierno con el sector de la cadena de carnes que tengamos conflictos y declarar en el Congreso el beneplácito por el cese de las exportaciones no era conveniente”, agregó.

Balestrini recordó como único antecedente hasta entonces de una expulsión de ese tipo, la resolución impulsada en 1996 por el entonces presidente del bloque de la UCR, Federico Storani, quien impulsó el reemplazo del ex diputado Enrique Benedetti por Ricardo Laferriere en la Comisión Bicameral de la Ciudad de Buenos Aires. Eso sí, la misma no fue votada en el recinto.

Las críticas llegaron también de parte del radicalismo, y el mendocino Luis Borsani sostuvo que la decisión oficial implicaba “otra pérdida de calidad institucional” y agregaba: “Deberíamos reconocer la calidad de su trabajo”.

“Si tanto les gusta como diputada, ¿por qué no le entregan una comisión?”, ironizó el kirchnerista Carlos Kunkel, quien explicó la lógica del oficialismo recordando que “en 1974 yo era diputado y cuando hubo una orden de quien era mi jefe histórico, a quien consideraba mi segundo padre, con la que no estaba de acuerdo, renuncié a la banca”.

María del Carmen Alarcón no solo fue desplazada de la comisión, sino también del bloque oficialista, por lo que conformó un monobloque que llamó “Pampa Sur”. La Comisión de Agricultura terminó siendo presidida por Ana Berraute, también santafesina, pero muy cercana a Agustín Rossi, y no al exgobernador y por entonces senador nacional Carlos Reutemann, como era Alarcón.

Por José Angel Di Mauro

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba