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Despues del domingo 26, todos querrán volver en 2027

El caso más emblemático es, sin dudas, el de Mauricio Macri. El ex presidente, humillado por los destratos del mileísmo que lo relegó a un PRO residual, ya afila los colmillos para retomar la conducción partidaria y soñar con un regreso a la Casa Rosada. Analizan en el macrismo que la complicada situación económica y las constantes denuncias de corrupción que les llueven al gobierno contribuirá al paulatino sangrado de credibilidad que viene experimentando el mileismo desde el escándalo $Libra hasta esta parte. Macri será una pieza fundamental en el armado político que encabezaría la actual vicepresidenta Victoria Villarruel y los gobernadores de Provincias Unidas.

En Tucumán se daría una situación similar con el actual senador Juan Manzur y candidato suplente a diputado nacional por el frente Tucumán Primero. Allegados a el ex gobernador aseguran que el ex ministro de Salud de Cristina Kirchner ya mandó a diseñar un oflador nuevo para blandir luego del 26 de octubre. ¿Se viene una remake recargada del famoso slogan de campaña «que ofle el doctor»? Muchos coinciden en que la unidad del peronismo local se dio en un marco de supervivencia política para no perder con los candidatos del presidente Javier Milei en Tucumán y, de esta manera, llegar con vida a las elecciones provinciales de 2027. “O nos salvamos todos o no se salva nadie”, fue la máxima que repitieron jaldistas y manzuristas antes de la fumata blanca pre electoral.

Otro dirigente que ya dejó los cuarteles de invierno es el ex intendente de la capital, Germán Alfaro. En su entorno aseguran que “Mandinga” -como alguna vez lo apodó Ricardo Bussi– tiene intactas las ansias de regresar al sillón de Zenón Santillán. De hecho, el acto masivo que le ofrendó a Jaldo el pasado 27 de septiembre dio muestras de que su estructura política sigue vigente. No obstante, más allá de las ganas, Alfaro no es dueño de esa decisión. El dirigente de Villa Amalia depende exclusivamente de la venia del gobernador Osvaldo Jaldo, su nuevo jefe político. Además, mientas la imagen positiva de actual intendenta Rossana Chahla siga por las nubes le será muy difícil poder dar esa pelea. De todas maneras, la política es una caja de Pandora y siempre tiene un plan B a la espera de ser usado. Alfaro no es el único capitalino que buscará llegar al edificio de 9 de Julio y Lavalle en 2027. Los legisladores Agustín Romano Norri y José “Pepe” Seleme; y el concejal José Maria Canelada también buscarán posicionarse en los próximos dos años para subirse al ring.

La Municipalidad de Concepción es otro bastión a recuperar por los llaneros del poder. Aunque todavía no lo exprese públicamente, hay quienes aseguran que el diputado Roberto Sánchez se aventuraría en una carrera por recuperar la conducción de la Perla del Sur, si es que el domingo 26 los números no lo favorecen. Según la mayoría de las encuestas, el ex piloto de rally no superaría los 10 puntos de intención de voto como cabeza de lista de Unidos por Tucumán. Según comentan algunos referentes de La Libertad Avanza (LLA), el actual intendente Alejandro Molinuevo tendría intenciones de seguir al mando de la intendencia hasta 2031. Especulan que si el gobierno de Milei se recupera y se torna competitivo en 2027, Molinuevo podría desembarcar en el mileismo de la mano de su hermana y actual candidata a diputada violeta, Soledad Molinuevo.

Otro dirigente que seguramente se anotará en la pelea para volver a la intendencia de Yerba Buena es el diputado Mariano Campero. Al igual que el tero, ave territorial que habita en el piedemonte tucumano, Campero ha decidido poner los huevos en varias canastas. Porque cuando está en Buenos Aires se pone la peluca y grita “viva la libertad, carajo”, pero cuando llega a Tucumán se la quita para hacer campaña a favor de su amigo y socio político Sánchez. De todas maneras, el dos veces intendente de la Ciudad Jardín evaluará también, si es que el contexto le favorece, pelear por la gobernación de Tucumán y buscar encabezar la reedición de una gran alianza antiperonista.

Transitar el llano es duro para cualquiera que probó el elixir del poder. Y ninguno desechará la oportunidad de volver al degustarlo.

Por Juan Pablo Durán.-

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