CONCEJALES DE TUCUMANLocales

La invasión de motos que cambia todo

Tucumán vive una transformación sin precedentes: por cada auto que se vende, se incorporan cuatro motos al tránsito provincial. El fenómeno, impulsado por la crisis del transporte público y el boom de las apps, ya impacta en la seguridad vial y en los hospitales.

En pleno 2024-2025, Tucumán atraviesa el mayor cambio estructural en su movilidad urbana desde que existen registros oficiales. Según datos de ACARA y la DNRPA, en los últimos 18 meses la provincia consolidó una relación de 4 motos vendidas por cada automóvil, un movimiento que empujó al parque motociclista por encima de las 550.000 unidades.

En contraste, los autos y utilitarios quedaron estancados en torno a las 420.000 unidades, marcando por primera vez un predominio absoluto de los vehículos de dos ruedas sobre el resto de los sistemas de transporte.

Del transporte caro al salto a la moto

La disparada de motos no responde solo al precio: es la respuesta social a un transporte público en crisis, con tarifas altas, recorridos saturados, paros frecuentes y un servicio que muchos usuarios consideran imprevisible. Cada vez más tucumanos optan por comprar una moto —accesible, rápida y sin depender de un sistema en conflicto permanente— o directamente recurren a apps como Uber Moto, cuyo crecimiento es exponencial en el Gran San Miguel. En paralelo, miles de nuevas unidades se incorporan de inmediato al reparto de delivery, circulando entre 8 y 12 horas por día, lo que amplifica la exposición al riesgo y multiplica la densidad del tránsito.

Saturación, choques y hospitales al límite

Las motos, presentes en 7 de cada 10 choques en Tucumán: otra jornada con heridos en el Gran San Miguel.

La consecuencia es tan visible como alarmante: las motos ya participan en el 70% de los siniestros viales registrados en la provincia. La infraestructura urbana no logra absorber más de 2.500 motos nuevas por mes y los hospitales muestran un patrón que se repite sin pausa: politraumatismos, internaciones costosas y un sistema sanitario desbordado por la vulnerabilidad del motociclista. Lo que ocurre en Tucumán no es solo una estadística de tránsito, sino el síntoma de un modelo de movilidad fracturado. En un contexto donde el transporte público pierde usuarios y legitimidad, la moto se volvió la salida individual, pero también el problema colectivo.

“La moto dejó de ser una opción: se volvió la estrategia de supervivencia frente a un transporte que no funciona.”

Tucumán ya registra cuatro motos vendidas por cada auto y un parque superior a 550.000 unidades. La crisis del transporte público y el auge de Uber Moto explican el fenómeno, que a su vez dispara la siniestralidad: las motos participan en el 70% de los choques provinciales.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba