Las ganancias no deben salir de la esclavitud, ni de largas jornadas e inestabilidad laboral, sostuvieron desde el Movimiento Nacional para la Liberación y el Desarrollo.
La propuesta de reforma laboral lejos de ser una modernización del mercado laboral solo intenta debilitar a las organizaciones gremiales, facilitando así la flexibilización de las condiciones de trabajo y reducir la capacidad de
negociación de los trabajadores. Habrá mayor precarización laboral y una disminución de los salarios, sin que se genere mayor oferta en el empleo. Reformas laborales similares, implementadas en momentos de crisis económica en Argentina (finales de los ’80, los ’90 y 2001), tuvieron consecuencias devastadoras para el entramado productivo y para los derechos de los trabajadores.
Milei no entiende que la creación de empleo no depende de la modificación de leyes laborales, sino de la reactivación de la actividad económica. No entiende que es fundamental impulsar el consumo interno y fortalecer el mercado interno para generar demanda de bienes y servicios, lo que a su vez incentivaría a las empresas a contratar personal. El modelo económico vigente es financiero y no productivo, generando un
proceso de desindustrialización acelerado, con el cierre de 30 fábricas diarias y 400.000 despidos registrados desde la asunción de Milei. Cuestionamos la lógica de la reforma laboral, ya que ninguna empresa
incorporará personal que no necesita, incluso si el costo laboral fuera mínimo, es que la falta de inversión productiva y la caída del consumo son los principales obstáculos para la generación de empleo, y la reforma laboral no aborda estos problemas estructurales.
Sumado a este panorama las políticas de endeudamiento y ajuste fiscal están estrangulando la economía y dificultando la recuperación.
Hay que implementar políticas industriales que promuevan la inversión, la innovación y la competitividad, y que protejan la producción nacional de la competencia desleal. Es fundamental la política y la movilización como herramientas para defender los derechos de los trabajadores y exigir un cambio de rumbo en las políticas económicas. Avanzar torpemente cercenando los derechos de los trabajadores demuestra que no hay voluntad de alcanzar la paz social a través del desarrollo integral.
ENRIQUE ROMEO – MARTIN RODRIGUEZ – HECTOR ARGAÑARAZ –
TUTA ALDERETE




