Hace un año presenté este proyecto con una convicción clara: la alegría no necesita estruendo.
Las fiestas pueden ser un encuentro, no una fuente de malestar.

Elegir celebrar con empatía y respeto es pensar en el otro, es entender que convivir también es cuidar.
A todos los vecinos y vecinas de San Miguel de Tucumán, mis mejores deseos de felices fiestas. Que celebremos con luz, conciencia y respeto por todos.




