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Ola de frío y faltantes de gas dejan a 200 estaciones de GNC sin suministro

Las bajas temperaturas que azotan a Argentina disparó el consumo energético y provocado una escasez de abastecimiento.

Desde la semana pasada, las estaciones con «contratos interrumpibles» vieron su suministro cortado para priorizar el consumo residencial, considerado de mayor importancia.

Las provincias más afectadas por estos cortes son Buenos Aires y la Capital Federal, donde se concentra la mayor cantidad de estaciones de GNC. Sin embargo, también se registraron interrupciones en otras regiones, incluyendo Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca y La Rioja. La situación generó serias complicaciones para los usuarios de GNC, especialmente aquellos que dependen del gas para sus vehículos.

El Gobierno declaró un estado de «preemergencia» ante la extensión de la ola polar prevista para el fin de semana, y alertó a las empresas distribuidoras de gas sobre el incremento de la demanda y la necesidad de tomar medidas urgentes. En respuesta, la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) licitó de emergencia cargamentos de combustible líquido por un costo de unos U$D 500 millones, una medida que no estaba inicialmente contemplada en el presupuesto.

Entre las distribuidoras más afectadas, Camuzzi reportó 132 usuarios con contratos interrumpidos en la Provincia de Buenos Aires y la Patagonia. Metrogas ha identificado 30 estaciones con contratos interrumpibles, y Gasnor señaló 9 estaciones en la misma situación.

Según fuentes del sector, alrededor de 200 estaciones de GNC enfrentan problemas para surtir gas debido a estos cortes.

Uno de los factores detrás de esta crisis es la demora en la puesta en marcha completa del Gasoducto Néstor Kirchner, que actualmente opera a mitad de su capacidad. Adicionalmente, el costo del gas importado a través de buques de GNL es significativamente más alto que el GNC vendido en estaciones de servicio, lo que complica aún más la situación financiera del sector.

Las distribuidoras de gas señalaron que los estacioneros prefieren los contratos interrumpibles por su costo más bajo, aunque estos sean más susceptibles a cortes en situaciones de alta demanda. Por su parte, los expendedores argumentan que no pueden afrontar los precios elevados del gas importado, ya que venderían a pérdida.

Ante esta crisis, el Gobierno envió una carta, firmada por el interventor del Enargas, Carlos Alberto Casares, y copiada al secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, a las principales empresas de transporte y distribución de gas del país. La misiva solicita la identificación y cuantificación de los contratos de transporte interrumpibles para agilizar la toma de decisiones en caso de que el abastecimiento de gas se vea comprometido

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