El dirigente peronista Enrique Romero dialogó con Café Prensa y evaluó la situación del Justicialismo tanto a nivel provincial como nacional. En su análisis, cuestionó el rol del partido frente al contexto económico actual y el escenario político que dejó la última elección.
Romero señaló que “hoy el Justicialismo en Tucumán no está diciendo nada de las cuestiones que acontecen a nivel nacional, como la caída de la industria”, y sostuvo que le genera preocupación ver “a ese partido callado, que no exprese la rebeldía de la verdad”. Aclaró que entiende el rol institucional del gobernador Osvaldo Jaldo, pero remarcó que “el partido debería coparticipar de lo que ocurre a nivel nacional, donde solo se dedica a la actividad financiera sin enfocarse en la generación de empleo y producción”. Como ejemplo, mencionó el caso de Whirpool: “Una empresa tradicional que se robotizó por completo y se perdieron 300 empleos”. En esa línea, cuestionó que “hoy el Ejecutivo actual en la provincia no está trabajando en proyectos de envergadura” y que se observe a un gobierno provincial que acompaña medidas en el Congreso “que no benefician a los jubilados o a los trabajadores y van en contra de la salud”. Para Romero, “hace rato que el justicialismo está en crisis y hoy estamos agonizando”, a lo que sumó que Cristina Kirchner “no tiene mucho que aportar al respecto, es un ciclo cumplido”.
Al analizar el resultado de los comicios legislativos, el dirigente expresó que “a nivel local me sorprendió que no saque cuatro bancas, hubo inclusive candidatos, concejales y legisladores que ‘jugaron al quedo’”. Consideró que este escenario dejó “como oposición cuantitativa” a La Libertad Avanza, un espacio que, según definió, carece de “proyectos e ideas” y funciona como “un reservorio de gorila, con un Catalán que gana 140 millones y que le da la cara para hablar sobre Tucumán”.
Respecto al futuro del espacio libertario en la provincia, Romero advirtió que para 2027 LLA podría fortalecerse si el peronismo no ofrece alternativas competitivas: “Considero que si la gente opta por LLA es porque del otro lado no aparecen opciones”. Evaluó que el Justicialismo cuenta con candidatos de peso, pero con dificultades: “Tiene un reservorio de candidatos a nivel nacional, pero con muchas curvas, como Kicillof, Llaryora o el propio gobernador Jaldo. Si este último fuera en una fórmula presidencial, del para atrás el justicialismo no podría hablar y no se podrían crear alternativas”.
En cuanto al armado provincial, Romero insistió en que “a nivel local hay que comenzar a trabajar desde ya quiénes podrían llegar a ser”. Entre los nombres que mencionó, destacó un abanico diverso de perfiles: “Hoy tenés un Fernando Juri con experiencia en el Ejecutivo y buen manejo del Concejo Deliberante; un Germán Alfaro que también tiene experiencia; y la doctora Rossana Chahla, que hay que ver cómo endereza su gestión. Son alternativas que se plantean siempre y cuando no haya intereses creados”.
También analizó la situación de Javier Noguera, de quien afirmó que “hizo una campaña híbrida, pero ahora se encolumnó en el bloque Independencia, algo que lo hizo perder identidad, y que durante la campaña no estuvo”. Finalmente, expresó preocupación por la falta de recambio generacional en el peronismo: “Veo una juventud adormecida en una zona de confort con el cargo que les dieron. Hoy no veo un cuadro con formación como un Juan Grabois. Las figuras jóvenes que vemos en Tucumán no tienen vuelo propio: muchos son intendentes porque tienen una fortuna que pueden redistribuir, pero no tienen una impronta de generar un proyecto político”, concluyó.




