Mendoza incorporó en 2019 los primeros 12 colectivos eléctricos BYD: un caso de subsidios bien asignados y con resultados visibles.
En Argentina no hay misterio: cuando un Estado muestra los números, el sistema funciona. Cuando los oculta, el sistema se pudre.
Mendoza eligió mostrar. Tucumán eligió administrar a puertas cerradas. Y en ese contraste se explica por qué una provincia discute transporte con datos, y la otra con rumores, paros y comunicados al borde del llanto.

Mendoza: el único sistema donde la plata tiene nombre, apellido y destinatario
Mendoza publica todo:
✔ el costo del kilómetro
✔ la tarifa técnica
✔ los subsidios provincial/nacional
✔ los estudios completos de cada empresa
✔ auditorías externas
✔ métricas de frecuencia y cumplimiento
✔ contratos de concesión
✔ informes mensuales de ejecución presupuestaria
No hay magia: cuando cada peso está visible, cada aumento tiene explicación y cada empresa tiene límites.
Por eso Mendoza no vive amenazas de paro cada dos meses.
Por eso no necesita épicas empresariales para justificar aumentos.
Por eso el usuario sabe por qué paga lo que paga.
Tucumán: la caverna contable donde los subsidios entran, pero nadie sabe cómo salen.
En Tucumán, el Estado paga subsidios en silencio.
Nadie conoce la tarifa técnica real, ni cuántos kilómetros se pagan, ni qué parte del costo cubre la Provincia, ni cómo se controlan los aportes, ni por qué una empresa que dice “estar quebrada” compra unidades nuevas al mes siguiente.
Los estudios que presentan las empresas no se publican.
El EMOP difunde resúmenes, no informes completos.
Los aumentos se discuten sin planillas, sin trazabilidad, sin números verificables.
Es un sistema diseñado para que el ciudadano solo reciba la última línea:
el nuevo precio del boleto.
Y mientras tanto, AETAT repite el mismo libreto desde la era Jaime:

“Estamos al borde del colapso”.
Veinte años bordeando el abismo y nunca se caen. Curioso.
El contraste ya no es político: es anatómico
La diferencia entre Mendoza y Tucumán es de estructura, no de color partidario.
- Mendoza funciona porque publica.
- Tucumán se hunde porque oculta.
Mendoza entiende que la transparencia baja costos:
cuando los números están claros, no hay margen para inventar crisis.
Tucumán todavía cree que la opacidad es gobernabilidad.
Pero la opacidad solo genera una cosa: tarifas más caras y usuarios más desconfiados.
Lo que Tucumán necesita no es más subsidio: es más luz
Tucumán podría copiar mañana el sistema mendocino:
- publicar estudios
- abrir auditorías
- transparentar kilómetros y frecuencias
- mostrar cuánto subsidia cada nivel del Estado
- exponer cómo se calcula cada aumento
- Pero no lo hace.
Porque cuando se prenden las luces, se terminan los relatos.
La diferencia entre las dos provincias es tan simple como brutal:

Mendoza controla al sistema. En Tucumán, el sistema controla al Estado.
FUENTE: https://quediario.com.ar/2025/12/03/transparencia-en-subsidios-el-contraste-entre-mendoza-y-tucuman/




