Un curro de 75.000 jubilaciones mínimas al año y la generosa pensión millonaria por “hija de”
El escándalo de los seguros en ANSeS costó unos $8.000 millones de más en 2023. ¿Quién puso esa plata? El Estado, es decir, todos nosotros. Pocas veces queda tan en evidencia la relación directa entre corrupción y pobreza como en el reciente escándalo con los seguros contratados por ANSeS.
Osvaldo Giordano, el exfuncionario que durante su fugaz paso por el organismo dio de baja la maniobra, explicó que lo hizo porque sencillamente el sistema impuesto en la presidencia del ahora imputado Alberto Fernández era mucho más caro que el que había regido durante décadas.
Al contratar a Nación Seguros (y en el medio darles comisiones astronómicas a brokers cercanos a Fernández y al exministro Sergio Massa), ANSeS gastaba unos $20.000 millones por año para asegurar a jubilados y pensionados a los que les daba créditos. Con el anterior sistema del autoseguro (cobrar a los propios jubilados un pequeño porcentaje del crédito y con eso formar un fondo para cubrir eventuales pérdidas), salía bastante más barato. Nos salía más barato.
Porque, ¿quién era en realidad el que pagaba de más para que alguien hiciera un negociado? El Estado. Es decir, nosotros, todos nosotros. ANSeS no fue la única dependencia en participar del curro. Gendarmería, Cancillería y otros organismos también contribuyeron a la riqueza de los brokers -y de los políticos que mordían- y a la pobreza del resto de los argentinos.
La estadística es inequívoca.
Según el índice de percepción de la corrupción publicado por Transparencia Internacional, los 10 países con menor corrupción del mundo son Dinamarca, Finlandia, Nueva Zelanda, Noruega, Singapur, Suiza, Suecia, Países Bajos, Alemania y Luxemburgo.
Según un estudio de US News & World Report, la empresa de marketing WPP y la Escuela Wharton de la Universidad de Pensilvania, los 10 países que ofrecen mejor calidad de vida son Suecia, Noruega, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Suiza, Australia, Alemania, Nueva Zelanda y Bélgica.
Se repiten ocho nombres sobre diez. No puede ser casualidad.
Que nueve de ellos también aparezcan entre los 25 primeros en las pruebas PISA, tampoco: la mala educación contribuye, como la alta corrupción, a un pobre desempeño en la economía. Son clave para el desarrollo. Como el equilibrio fiscal.
Aclaremos: por tener buena educación y ser transparentes (causa) esos países son más ricos (consecuencia). No funciona al revés. No es que dejaron de ser corruptos e invirtieron en educación al alcanzar cierto nivel de ingresos.
Giordano habló de un sobreprecio del 40%. Unos $8.000 millones al año. Unas 75.000 jubilaciones mínimas. De nuevo: esa es la plata que los argentinos poníamos de más -o que dejábamos de usar en otras cuestiones- sólo en ANSeS.
El escándalo de los seguros dejó a otro en segundo plano. En común, tienen que demuestran la generosidad de los políticos cuando se trata de repartir la plata que no es de ellos, es decir la nuestra. Y a la ANSeS: el organismo finalmente dio a conocer cuánto cobran como jubilados o pensionados los expresidentes y sus familiares.
Como dato principal, surge de allí que Cristina Kirchner percibe cada mes $14.548.836,38, aunque tras los descuentos le llegan al bolsillo “apenas” $9.448.101,84. La cifra surge de sumar su jubilación como expresidenta ($8.107.506,01) más su pensión como viuda de un presidente ($6.441.330,37). Son 142 jubilaciones mínimas.
Supera a lo que ganan los expresidentes españoles (unos 6.500 dólares al mes), pero es menos de lo que reciben los exprimer ministros británicos (unos 11.000 dólares al mes). De todos modos, seguramente le debe alcanzar para cubrir sus gastos.
Sin embargo, la lista revela otras situaciones de privilegio llamativas. Por ejemplo, que Amado Boudou, condenado por corrupción por la causa Ciccone e inhabilitado para ejercer cargos públicos, se lleva $4.244.250,75 en bruto. Y que a Adolfo Rodríguez Saá, presidente por apenas una semana, se le liquidaron $6.682.948,04 ($4.807.391,73 en el bolsillo).
También se comprueba allí que la única persona en la misma situación que Cristina, María Estela Martínez, más conocida como Isabel Perón, que igualmente es expresidenta y viuda de un presidente, no recibe dos asignaciones como su colega sino sólo una, por $3.603.023,94.
Otros dos casos son, como mínimo, curiosos. Zulema Yoma cobra $5.741.434,81 en bruto de pensión como viuda de Carlos Menem, quien murió en 2021. Sin embargo, la pareja se había divorciado en 1991.
Finalmente, aparece Amalia Carmen Guido, hija de José María Guido, quien fue presidente entre 1962 y 1963 tras el golpe militar que derrocó a Arturo Frondizi.
Psicóloga, nacida en 1949, en sus redes sociales Amalia Guido se presenta como jubilada, egresada de la Universidad del Salvador y vive en Viedma. Su padre murió en 1975. Su madre, quien recibía una pensión de privilegio como viuda de un presidente, falleció en 1998.
Por decreto, el gobierno de Carlos Menem decidió entonces que la pensión pasara a la hija de Guido, quien ya tenía 50 años.
Lo justificó porque la mujer era soltera.
El mes pasado cobró $3.397.134,14 en el bolsillo.