En la noche del viernes la ex-subsecretaria del Ministerio de Capital Humano, Leila Gianni, logró en una entrevista del medio IP, hacer que el dirigente peronista Luis D’Elía, reconociera que los llamados “gerentes de la pobreza”, aquellos encargados de gestionar los programas sociales, habrían utilizado estos recursos de manera ilícita. Juan Grabois y Emilio Pérsico, los apuntados.

La ex-funcionaria, cercana a la ministra Sandra Pettovello,  «apuró» al líder piquetero con datos sobre las irregularidades en los programas del ex-Ministerio de Desarrollo Social, destacando que ciertos sectores habrían obtenido beneficios económicos, a costa de los más vulnerables.

D’Elía, conocido por su apoyo al kirchnerismo, finalmente admitió que, en efecto, algunos de los que se encargaban de la distribución de estos recursos, habrían incurrido en prácticas corruptas.

Durante el programa, en varias ocasiones quiso «gambetear» la conversación, pero Gianni no permitió que el ex-funcionario eludiera la realidad, logrando una confesión sorprendente sobre cómo los planes sociales fueron utilizados no solo para paliar la pobreza, sino también como un mecanismo de enriquecimiento para algunos.

«Los Grabois, los Pérsico se cansaron de chorearle a la gente, una basura. Y ahora Cristina protege a esa gente», declaró Luis D’Elia.

La revelación llega en un momento crítico, cuando el país atraviesa una crisis económica y social sin precedentes, y la gestión de los programas sociales es uno de los temas más debatidos en la opinión pública.

La entrevista tuvo gran repercusión por la confesión del «matancero». D’Elía se vio «acorralado» en el estudio televisivo y tuvo que reconocer una parte más oscura, de su legado político.