Tarjeta SUBE: 6 reglas que no todos conocen y evitan pagar de más por los boletos
- Hay detalles del uso diario que pueden ser claves para el bolsillo.
- Al ignorarlos se pierden descuentos o rigen tarifas con recargo.
Las tarifas del transporte público aumentaron fuerte este año para todos en Capital y el Gran Buenos Aires. Pero hay pasajeros que, además, podrían estar sufriendo un impacto extra, evitable, simplemente por desconocer algunas reglas del sistema SUBE.
Se trata de pequeños requisitos que, si no se toman en cuenta al usar los colectivos, los trenes y los subtes, harán pagar tarifas más altas y desaprovechar descuentos importantes en los boletos.
A continuación, una por una, las «reglas de oro» para no pagar de más en los viajes diarios. La primera de ellas es nueva: registrar la SUBE. Pero hay otras menos difundidas que también es clave respetar para que el saldo cargado rinda al máximo.
Regla N°1: tu SUBE debe estar registrada
El lunes 1° de abril la tarifa común pasó a ser exclusiva para los pasajeros que tienen su tarjeta SUBE registrada. Es decir, un plástico que figura a su nombre en el sistema oficial.
Las tarifas del transporte público en el AMB
Fuente: Secretaría de Transporte
Ahora, al abonar con una SUBE «innominada» (no vinculada a una persona) se aplica una tarifa diferenciada más alta. De esa manera, el boleto de colectivo cuesta un 59% más que lo normal y el pasaje de tren un 100% más. Pronto pasará lo mismo en el subte.
La otra novedad es que las tarjetas, si no están registradas, pierden el beneficio «Red SUBE». Es decir, los descuentos del 50% al 75% que se reciben al realizar conexiones entre medios de transporte.
Evitar todos estos problemas es sencillo. Primero, el usuario puede comprobar online si su SUBE está inscripta.
Y luego, si aún no lo estuviera, hacer el trámite por Internet, por teléfono o en persona para inmediatamente dejar de pagar los recargos y recuperar las rebajas en las combinaciones.
Regla N°2: en el tren, pasá la SUBE al salir
Al hacer un viaje en tren, cualquiera sea el ramal utilizado, la tarifa correcta se aplicará únicamente si el usuario apoya la SUBE dos veces: una en la estación de inicio y otra en la de llegada.
En la primera lectura se descuenta el valor del boleto más caro. Y en la segunda, si la distancia recorrida fue menor, se devuelve la diferencia.
Con lo cual, por ejemplo, si el pasajero olvida el último paso, terminará gastando $208 (la tarifa máxima) por un viaje corto que tendría que haberle costado solamente $169 o $130 (el mínimo).
Regla N°3: no pagarle a otro con tu SUBE
Hay pasajeros que pagan, con una misma SUBE, su propio pasaje y también el de otra persona. Por ejemplo, el de un hijo. Aunque pueda parecer práctico, esto puede ser inconveniente para el bolsillo.
Por un lado, en los trenes, la tarifa no podrá cobrarse bien. Aunque el viaje sea corto, el primer boleto tendrá la tarifa máxima y sólo segundo el se cobrará al valor correcto (siempre y cuando se apoye la SUBE al salir).
Por otro lado, en cualquier medio de transporte, si alguien abona más de un boleto con una misma SUBE luego perderá descuentos en las conexiones. Todo esto se evita si cada pasajero utiliza su propia tarjeta.
Regla N°4: en viajes largos, no demorar las conexiones
El beneficio Red SUBE permite a los pasajeros de colectivos, trenes y subtes del AMBA abonar una tarifa reducida cada vez que se bajan de un medio de transporte para seguir su recorrido en otro. El primer tramo se paga al valor normal, pero en el segundo tramo se aplica una tarifa 50% menor y a partir del tercer viaje un 75% de descuento.
Por ejemplo, si alguien con la SUBE registrada va a trabajar realizando un viaje corto en colectivo, luego un tramo largo en tren y finalmente otro trayecto breve en colectivo, pagará el primer boleto a $270 (la tarifa común), el segundo a $104 (en vez de $208) y el tercero a $67,50 (en vez de $270).
Ahora bien, si entre un viaje y el siguiente el pasajero hace algún tipo de parada (por ejemplo, para almorzar o para hacer un trámite) y no está atento al reloj, podría perder el descuento.
¿Por qué? La regla para memorizar es que Red SUBE solamente cubre hasta cinco conexiones que se abonen dentro de un lapso de 120 minutos, contados desde el pago del primer pasaje.
En consecuencia, en caso de tardar más de la cuenta y abonar una conexión pasadas las dos horas, ese último viaje se pagará al costo pleno sin ningún descuento (lo cual iniciará otro ciclo de 120 minutos).
Regla N°5: el descuento al combinar sólo rige al cambiar de línea
Otra confusión habitual en torno a los descuentos Red SUBE es suponer que uno puede terminar un viaje y dentro de las dos horas iniciar otro a la mitad o la cuarta parte de la tarifa en la misma línea de tren o de colectivo tomada para el primer tramo.
Por ejemplo, subir dos veces seguidas a colectivos de la línea 168 o a trenes del ramal Belgrano Norte. La realidad es que en esos casos el sistema no entenderá que existió una combinación. Y entonces, no aplicará el beneficio.
Asimismo, hay que saber que todo el subte funciona como una unidad. Entonces, no habrá un descuento del 50% ni del 75% si dentro de los 120 minutos se hacen dos ingresos consecutivos al subterráneo, incluso si fueran en molinetes de distintas líneas (por ejemplo, la A y la B).
En este tipo de ocasiones, siempre que existan alternativas, lo mejor para el bolsillo será completar el recorrido eligiendo un medio de transporte diferente que vaya hacia el mismo lugar de destino.
Regla N°6: usar abonos o pases no siempre es más barato
Quienes por ejemplo suben al tren con el boleto estudiantil o suelen acceder al subte con un pase para jubilados o un abono social deben saber que ese tipo de beneficios no son compatibles con los de Red SUBE.
Para tener los descuentos del 50% y del 75% en las conexiones es requisito pagar cada viaje con SUBE. Entonces, si el recorrido a realizar incluye combinaciones, habrá que hacer las cuentas: quizás lo más económico sea usar la SUBE para todos los tramos.