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La jojoba, el oro verde.

Cronología Histórica del Cultivo en Argentina

En 1976, se iniciaba el cultivo de la jojoba en muestro país. Esta primera implantación, con simientes provenientes de  la Universidad de Arizona, se produjo en la localidad de Las Oscuras, Provincia de Córdoba. El desarrollo se dio a principios de la década de 1980, impulsado por incentivos gubernamentales destinados a diversificar la producción agrícola en regiones áridas. La provincia de La Rioja, especialmente el departamento Arauco, con condiciones climáticas favorables, se convirtió en un epicentro para la producción de esta planta, al igual que desde hace 450 años produce olivos. Sin embargo, la falta de una planificación estratégica y de estudios de mercado condujo a fluctuaciones en la producción y comercialización a lo largo de los años.

Aspectos Geográficos y Productivos

La jojoba prospera en suelos arenosos y climas áridos, condiciones presentes en provincias como La Rioja y Catamarca. Estas zonas ofrecen un entorno óptimo para su desarrollo, pero la expansión del cultivo se ha visto limitada por la falta de infraestructura y de apoyo técnico a los productores locales.

Estadísticas de Producción y Mercado

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), en 2006 Argentina exportó aproximadamente 1.500 toneladas de cera líquida de jojoba, generando ingresos cercanos a los 9 millones de dólares. Los principales destinos fueron Estados Unidos, Alemania, Francia, Japón, China y Tailandia. No obstante, en los años siguientes, la falta de inversión y la competencia internacional afectaron la posición de Argentina en el mercado global de la jojoba, siendo superada por Perú e Israel.

El Censo Nacional Agropecuario 2018 reveló que existían 2.337 hectáreas cultivadas divididas en 8 unidades productivas y 11 parcelas, representando el 0,3% de la superficie dedicada a cultivos industriales en el país.

Una nota Gabriela Origlia publicada en 2022 en el diario La Nación explica que se cultivan «4.000 hectáreas anuales que rinden entre 4.000 y 6.000 toneladas que, vendidas afuera en forma de aceite, generan ingresos por entre 6 y 8 millones de dólares al año. El kilo de cera oscila entre los 6 y los 10 dólares».

Estudios financieros prevén una tasa de crecimiento del mercado mundial del aceite de jojoba del 7,9%, lo que lo llevaría a unos 277 mil millones de dólares en 2032.

Marco Normativo Nacional y Provincial

A nivel nacional, la Ley de Inversiones para Bosques Cultivados (Ley N° 25.080) ofrece incentivos para la forestación y reforestación, incluyendo cultivos como la jojoba. En La Rioja, se han implementado programas específicos para promover su cultivo, aunque con efectividad variable debido a problemas en su implementación y seguimiento. La ley de promoción industrial 22.021 preveía el diferimiento de impuestos, lo que permitía posponer el pago de impuestos a cambio de realizar inversiones en empresas promocionales.

Perspectivas Económicas según Organismos Internacionales

Diversos organismos internacionales han analizado el potencial de la jojoba en economías emergentes:

  • Banco Mundial: Destaca el potencial de la jojoba para generar ingresos en tierras marginales no aptas para la agricultura tradicional, aunque subraya la necesidad de una planificación adecuada.
  • FAO: La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura resalta la importancia de diversificar la producción agrícola en zonas áridas, promoviendo cultivos resistentes al cambio climático como la jojoba.
  • BID y CAF: Aunque el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, anteriormente conocido como Corporación Andina de Fomento, han financiado proyectos de desarrollo agrícola sostenible en Latinoamérica, no existen referencias directas a iniciativas centradas en la jojoba en Argentina.

Análisis Crítico y Perspectivas Futuras

A pesar de las condiciones agroecológicas favorables y el potencial económico de la jojoba en Argentina, el sector enfrenta numerosos desafíos. La falta de una estrategia integral que abarque investigación, asistencia técnica, infraestructura y acceso a mercados ha limitado su crecimiento sostenible.

Para capitalizar el potencial de la jojoba, es imperativo que las autoridades nacionales y provinciales, en colaboración con instituciones académicas y el sector privado, diseñen e implementen políticas coherentes que aborden estos desafíos. Se deben promover programas de capacitación, incentivar la inversión y fomentar la participación de pequeños productores en la cadena de valor del cultivo.

Gustavo Minuzzi, ex intendente de Arauco y ex diputado por ese departamento, recordaba en una entrevista «En Bañado de los Pantanos, en plena época del gobierno de (Carlos) Menem, él venía y se sacaba fotos en las parcelas de jojoba, era el «bum». En esa época, el bañadense obtenía agua a 33 ó 35 metros de profundidad. Hoy (2007), a causa de esas plantaciones de jojoba, tenés que buscar agua a 160, 180 metros de profundidad.

Conclusión

Si bien la jojoba presenta oportunidades significativas para el desarrollo económico y social en regiones áridas de Argentina, es necesario adoptar un enfoque crítico y proactivo para superar las barreras existentes. Un compromiso sostenido de los sectores público y privado será clave para asegurar un crecimiento sostenible y equitativo del sector, aprovechando plenamente las ventajas comparativas que ofrece el cultivo de la jojoba en el país.

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